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En sólo una semana, el magistrado brasileño, Gilmar Mendes, liberó a nueve presos de la investigación Lava Jato, se mostró en contra de la prisión en segunda instancia y logró frustrar a un país que quiere con todas sus fuerzas acabar con la tradición de corrupción e impunidad. En la edición de esta semana de VEJA: Influyente, controvertido e impopular, el ministro del Supremo Tribunal Federal es considerado el principal obstáculo en el avance del proceso judicial de la Lava Jato y se ha vuelto una amenaza para la investigación.

Juez poderoso