La indolencia del tiempo
Autor: Cynthia Ozick Género: Novela
Otras obras de la autora: Metáfora y memoria, Cuentos reunidos, Virilidad, Cuerpos extraños, Los papeles de Puttermesser Editorial: Mardulce, $ 270 Traducción: Ernesto Montequin Esta novela es biográfica como recorte, donde cierto ecosistema produce futuro: el origen de la educación en una isla (o escuela frente al lago), a manos de un francés, ex astrónomo, judío, en el centro mismo de Estados Unidos de posguerra. También es el cruce histórico de dos bibliotecas, una talmúdica, la otra al margen de la filosofía católica. Rabinos y curas apasionados por el conocimiento. La enciclopedia y la pregunta por el alma humana. Pero también: ¿vale entregar la existencia a la educación de los niños? Brill, el director y fundador de un sistema educativo donde confluyen lo mejor de los galos y el empuje americano, monta su pequeña galaxia sobre el malentendido de cierta elite profesional, aquello que tal vez pueda leerse en el matrimonio de John F. Kennedy. Ozick es bondadosa con su personaje, su hombría es más que nada intelectual, como su soledad que no tiene correspondencia en lo real. Es un solo desajustado.
La trayectoria existencial de Brill carece de imprevistos al punto que accede al matrimonio y la paternidad como una obligación arcaica, vulgar, necesaria al fin. No es descorazonado, sino que la tristeza lo precede por sobrevivir al régimen de Vichy en el sótano de un monasterio. Es así que la inmolación como educador, para dar posibles destinos a los brotes infantiles, resulta una forma de agradecer al pasado. En la trampa del sistema aparece una intelectual y su hija, casi autista. El director algo ve en la pequeña, es su desafío, la entelequia de la profesión. Pero ella es la prueba de que no existe certeza sobre la creatividad, la herencia, la condición estigmática. Una vida es tan efímera como las emociones, huella en la arena a manos del viento.