Mendoza quiere competir con el boom de consumo ‘a lo Bergman’
El gobierno de Mendoza proyecta establecer una “zona franca”, un área con beneficios impositivos para indumentaria y calzado, un proyecto que apunta a competir con las compras de los argentinos en Chile que el año pasado representaron US$ mil millones según los gastos de las tarjetas de crédito.
El proyecto lo dio a conocer el gobernador Alfredo Cornejo y apunta a la competencia con Chile en ropa y calzado, pero no en electrodomésticos y electrónicos, que son uno de los puntos fuertes del consumo del otro lado de la frontera. Esta semana, el ministro de Ambiente, Sergio Bergman se sumó a la larga lista de argentinos que no resisten los precios chilenos, en muchos casos por la importación directa de China a través de su tratado de libre comercio.
El gobierno de Mendoza no quieren dar más precisiones hasta que se defina la cuestión impositiva, que “está verde” todavía. Para esto están en negociaciones con el Ministerio del Interior, porque se trata de un área de frontera.
El proyecto, si prospera, deberá tener el visto bueno del Congreso Nacional porque otorga ventajas impositivas y podría originar áreas similares en otras provincias que sufren el comercio fronterizo, como las zonas cercanas a Paraguay.
Los empresarios textiles locales, si bien a priori le dieron el visto bueno a la idea, esperan que se garantice el abastecimiento con producción nacional y que no se convierte en un “Chile 2” pero dentro de territorio argentino. Algunos representantes privados del sector de Comercio evaluaron que la idea parece “pan para hoy, hambre para mañana”.
Para las autoridades mendocinas será una “especie de free shop”, mientras que desde Interior aclaran que se trata de una zona franca, aunque Mendoza ya tiene una zona especial en Luján de Cuyo para almacenaje y comercialización de bienes de importación y exportación. Remate. Tras la difusión que tuvo la foto del shopping en Chile, Bergman aseguró que pagó el 50% de excedente por la franquicia de importación en Aduana, pero no todos los que compran del otro lado de la Cordillera declaran los bienes que adquirieron. Así, la Aduana pondrá a remate esta semana unos 800 lotes confiscados en pasos fronterizos. El remate estará a cargo del Banco Ciudad e incluye tecnología, joyas e incluso autos.
Los precios de la megasubasta arrancan en $ 4 mil para un iPhone7 pero hay otros celulares desde $ 800, por ejemplo. El piso de recaudación rondaría los $ 6 millones y la subasta no es excluyente sólo para quienes puedan participar de forma presencial sino que se pueden enviar ofertas en sobre cerrado.
La aduana remata bienes traídos de Chile y no declarados por $ 6 millones