Perfil (Domingo)

Francisco pide a la iglesia que deje la comodidad

Ante más de un millón de feligreses, el Papa invitó al clero a involucrar­se con los más pobres, aunque a “algunos eso les parezca que es ensuciarse” y a no tenerle miedo a los cambios. “siempre estamos renovándon­os”, dijo.

- LEANDRO DARIO

Ante más de un millón de fieles en Medellín, el papa Francisco lanzó ayer un fuerte llamado a la Iglesia a renovarse, dejar el confort e involucrar­se en la reconcilia­ción en países como Colombia, que han sido castigados por la violencia. El Pontífice ofició una misa de campaña, tras recorrer unos 50 kilómetros en un papamóvl, en el aeropuerto El Olaya Herrera de Medellín, el mismo en el que, en 1935, murió Gardel en un accidente aéreo.

Bergoglio, que desde el inicio de su pontificad­o ha promovido un clero más cercano a los pobres, hizo un nuevo llamado de atención a la Iglesia desde Medellín, una ciudad de profundas raíces católicas y ex capital mundial del narcotráfi­co.

“Ahora también la Iglesia es ‘zarandeada’ por el Espíritu para que deje sus comodidade­s y sus apegos. La renovación no nos debe dar miedo”, dijo Francisco en la tercera misa multitudin­aria que oficia en el marco de una visita de cinco días a Colombia que concluirá hoy en Cartagena.

El Papa agregó que los sacerdotes y jerarcas eclesiásti­cos son “interpelad­os” por un “clamor de hambre y justicia”.

En Colombia, además, se espera que los religiosos se comprometa­n en la reconcilia­ción de una nación lacerada por medio siglo de enfrentami­ento armado, con millones de víctimas entre muertos, desapareci­dos y desplazado­s, agregó

Después de alentar decididame­nte el acuerdo que permitió el desarme y transforma­ción de las FARC, en misas que congregaro­n a casi 2 millones de fieles en Bogotá y Villavicen­cio, Francisco se enfocó ayer en la Iglesia. Involucrar­se. Desde la ciudad con más templos en Colombia, el Papa pidió a la Iglesia que se involucre más con los más desfavorec­idos, aunque a “algunos eso les parezca que es ensuciarse, mancharse”.

“Se nos pide crecer en arrojo, en un coraje evangélico que brota de saber que son muchos los que tienen hambre, hambre de Dios, hambre de dignidad, porque han sido despojados”, expresó.

Francisco advirtió que la Iglesia no es una “aduana”, ni es de individuos, sino de Dios, en un mensaje directo a la comunidad católica. “No podemos ser cristianos que alcen continuame­nte el estandarte de ‘prohibido el paso’, ni considerar que esta parcela es mía, adueñándom­e de algo que no es absolutame­nte mío”, dijo. Opción por los pobres. La visita a Medellín tiene un significad­o especial para el Papa, Bergoglio recorrió 50 kilómetros en papamóvil hasta llegar a la misa multitudin­aria. Pidió al clero no tener miedo de renovarse y advirtió que la Iglesia no es una “aduana” que repite siempre el “prohibido el paso”. porque fue en esta ciudad donde la jerarquía católica de América Latina se comprometi­ó, en 1968, con la “opción preferenci­al por los pobres”.

Francisco aprovechó su paso por Medellín para reforzar el llamado al clero en Colombia a que apoye la reconcilia­ción tras el acuerdo de paz con las FARC y los diálogos en curso con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), última guerrilla activa.

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AP Y AFP
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