“la emergencia Social sirvió para apagar incendios”
El titular de la diócesis de merlo-moreno es uno de los hombres de la iglesia más cercanos a los movimientos sociales. su influencia en la relación con el Gobierno.
El obispo Fernando Maletti llegó a Merlo-Moreno designado por Francisco hace cinco años. Antes, fue por 12 años obispo de Bariloche, tras ser ordenado por Juan Pablo II. Como integrante de la Pastoral Social y responsable de la Iglesia en una zona caliente del Gran Buenos Aires, Maletti acompañó a los movimientos sociales y a las negociaciones de ese sector con el Gobierno.
Con llamadas pacientes y un acompañamiento discreto, todos los dirigentes que participan del diálogo social le reconocen un importante mérito. Malett i, en c a mbio, prefiere hablar de un “granito de arena”. Para muchos laicos y religiosos, es uno de los obispos que mejor expresan el pensamiento del Papa.
Sin embargo, él cuenta que ha tenido poco trato con el jefe de la Iglesia desde que se mudó a Roma, pero igual se siente “afectiva y efectivamente muy cerca” de él. Maletti cuestiona a quienes lo ven como un político antes que como un pastor universal: “Francisco no es un político, de politiquería barata, como a veces dicen algunos, de acuerdo a si recibe a algunos u otros. El recibe a todos, santos y pecadores”.
—Más que obispos puntuales, es la Comisión Episcopal de Pastoral Social quien acompañó ese proceso. Como enseña Francisco, las personas que representan los movimientos sociales y populares hacen un trabajo, que es informal, pero debe ser reconocido. Como en todo, no todo es “químicamente puro” en este sector. Pero lo importante es reconocer el anhelo
de dignidad.
“aportamos nuestro granito de arena para que se vuelva a la mesa de negociación.”
—Cuando asumió el Gobierno, muchos creían que iba a chocar con los movimientos sociales. —
Hay gente muy buena y con ganas de hacer el bien en todos los sectores. También hay personas que meten el palo en la rueda, que son como un piñón fijo que no salen de su ideología. Pero creo que se pueden superar los conceptos meramente ideológicos por el pragmatismo de que haya pan, paz y trabajo para todos. Eso no lo discute nadie, y trabajar sobre eso ayudó a que hayan existido arreglos, que fueron muy trabajosos y muy discutidos. Estos arreglos no impiden que siga habiendo protestas y propuestas.