Juliana en campaña: agenda propia y una visita por semana con foco en lo social
Sus apariciones se intensificaron en los últimos días, siempre junto a la ministra Stanley. Dice que no quiere ser funcionaria ni tiene aspiraciones de ser candidata.
Hace dos semanas, un grupo de mamás que tienen a sus hijos internados en el Hospital Garrahan recibieron una visita inesperada: la primera dama, Juliana Awada, fue a saludarlas. Un custodio con un auto oficial la esperaba afuera, y sólo la acompañaron su hija Antonia y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. No hubo fotos oficiales ni glamour en ese encuentro.
L a mujer del presidente Maur icio Macr i intensificó sus apariciones en las últimas semanas y tiene planificada una visita por semana con una agenda propia, siempre vinculada a lo social.
El año pasado, las recorridas habían comenzado con algún evento cada tres semanas pero, según comentan fuentes macristas, la primera dama se fue entusiasmando cada vez más. “No quiere ser funcionaria ni aspira a ser candidata, sino que quiere aportar, y a Mauricio le hace bien que esté en contacto con esos temas”, contó a PERFIL una fuente de acceso al matrimonio presidencial. Un dato la animó más a Juliana: desde que su marido accedió a la Casa Rosada dejó de ocuparse de la marca de ropa Awada y los negocios familiares en general.
En este marco, las primeras fotos habían sido en los espacios de primera infancia que comenzaron a construirse a lo largo del país. Ahora la agenda pasa por las “mujeres empoderadas”: referentes sociales, emprendedoras o cooperativistas. Por caso, diez días atrás estuvo en Mo - rón, en el conurbano bonaerense, con la titular de Celíacos en Acción, Zulema Sánchez. Días antes había viajado especialmente a Santiago del Estero para acompañar al presidente y a Margarita Barrientos en la inauguración de un comedor comunitario en Añatuya, la ciudad que vio nacer a la líder social. A mediados de agosto ya había viajado con Stanley a Salta, donde visitó el centro de primera infancia Estrellita.
También utiliza la quinta de Olivos para actividades socia- les. Para el Día de la Primavera invitó a un picnic a chicas de distintas organizaciones para festejar. Ya a mediados de agosto celebró el Día del Niño con chicos del Santo Domingo Savio, de la villa La Cava de San Isidro. Un mes antes había recibido a chicos de la Fundación Pequeños Pasos.
Además de un custodio, en la mayoría de las recorridas también participan María Reussi, la funcionaria que la sigue a sol y sombra, y su asesora personal. “Muchos se sorprenden cuando la conocen”, dicen en el entorno presidencial.
Otra de las actividades que la entusiasmaron se dio a comienzos de mes, cuando conoció el trabajo de Abuelas del Corazón, que trabajan reciclando juguetes y objetos para los más chicos.
También estuvo en Moreno, en el club de barrio Paso del Rey, con dos gimnastas internacionales, y antes había visitado a una referente de la Cooperativa Aníbal Verón.
Aunque su figura no está en la mesa de candidatos, la última vez que mandaron a medir a Awada los números no dieron nada mal. Fue a fines del año pasado, y no se midió intención de voto sino imagen. Los resultados dieron que en la Provincia tenía un 40% de positiva y 20% de negativa, y en la Ciudad subía a 50% la positiva.
Ella, entre sus íntimos, sigue negando tajantemente la posibilidad de dedicarse a la política. Entre la maternidad, su matrimonio y las recorridas sociales es suficiente.
La mujer de Macri se mueve en un auto oficial, acompañada por un custodio