El juez asume con la mira en Gendarmería
A partir de mañana, el titular del Juzgado Federal Nº 2 de Rawson, Gustavo Lleral, comenzará a trabajar en el caso de Santiago Maldonado, el joven de 28 años que fue visto por última vez en medio de un violento operativo de desalojo a manos de Gendarmería. Lleral quedó a cargo desde el viernes de las dos causas que tramitan por el caso, luego de que la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia hiciera lugar al pedido de la familia de Santiago y del CELS para apartar al juez federal de Esquel, Guido Otranto, quien estuvo a cargo desde el comienzo del caso.
Lleral encontrará mañana a primera hora en su juzgado los dos expedientes de la investigación: el del habeas corpus y el de la desaparición forzada. Entre los cuerpos del caso están los testimonios de los miembros de la comunidad mapuche que estaban el día del operativo en Cushamen. Dos de ellos relataron el momento en que aseguraron ver cómo Gendarmería se lleva- ba a Santiago. También están ahí las declaraciones de varios efectivos de esa fuerza –de los diferentes escuadrones de la zona– que participaron del violento desalojo al Pu Lof, en la zona de la estancia Leleque. En varias de ellas se registraron diferencias respecto de las versiones iniciales que dio la fuerza. E incluso con los testimonios que los propios gendarmes dieron en la investigación interna que hizo Gendarmería y cuyo informe fue entregado por autoridades del Ministerio de Seguridad al juez Otranto, la semana pasada.
Fue precisamente durante esa misma semana que la Justicia de Esquel recibió los testimonios que dieron cuenta de la portación de armas 9 mm por parte de dos gendarmes, de disparos en el interior del territorio y de cómo avanzaron hasta la orilla del río, algo negado inicialmente en Gendarmería. Una parte central de la investigación radica en el análisis de los mensajes de WhatsApp en los que trabaja por estas horas la fiscal Silvia Avila. Son el resultado de los peritajes a setenta teléfonos celulares de los gendarmes.