Por el cambio climático, aumentó la intensidad de los huracanes
Descartan que puedan darse en argentina, y recuerdan que el problema local son las olas de calor y las inundaciones.
La cantidad y la potencia de los huracanes en lo que va de 2017 plantearon el interrogante sobre la influencia que puede tener el cambio climático en este fenómeno vinculado con el aumento de la temperatura de los océanos. “Con todas las precauciones que los científicos anteceden a una afirmación, se espera que la intensidad de las tormentas asociadas a huracanes y la de las lluvias vayan en aumento a medida que tengamos climas más ca l ientes”, i nd icó desde Estados Unidos el director adjunto del Instituto Cooperativo para el Clima y los Satélites de la Universidad de Maryland, el argentino Hugo Berbery.
“De acuerdo con los informes del National Climate Assessment de los Estados Unidos –agregó– la intensidad, frecuencia y duración de los huracanes en el Atlántico han ido en aumento desde los años 80”. Según Berbery, los modelos computacionales proyectan que “el número total de huracanes no cambiaría en el futuro, pero sí que podrá haber un aumento en la proporción de los más intensos (de categorías cuatro y cinco)”.
Por su parte, el doctor en Ciencias Meteorológicas e investigador del Conicet, Vicente Barros aclaró que “es un tema que divide la opinión de los científicos porque antes no había observaciones suficientes en la zona atlántica. Ahora hay satélites y se observa mayor frecuencia de huracanes pero no se sabe si es porque hay más información”.
De todos modos, Barros destacó que “hay más consenso en que los huracanes pueden ser más intensos o que sean más frecuentes los intensos”. Además, explicó que el aumento de la temperatura del mar hace que haya más evaporación, uno de los factores necesarios para su formación. “Este año ya hubo 15 y lo normal es que haya entre 12 y 15 en toda la temporada”, advirtió Ignacio López Amorín desde el Servicio Meteorológico Nacional. Por lo cual, no se descarta que haya más en el Caribe porque la temporada de ciclones tropicales es entre junio y noviembre. “Los meses más propensos a tenerlos suelen ser septiembre y noviembre, que es cuando las temperaturas superficiales del océano en esa zona están en su máxima, ya que se estuvieron calentando todo el verano y es cuando se produce la mayor energía disponible para que se formen”, detalló.
Según el experto, esa formación puede comenzar a tomar más fuerza y a tener viento sostenido por encima de los 80 kilómetros por hora para convertirse en una tormenta tropical. “Si crece esa baja presión porque se sigue encontrando con una fuente de evaporación muy alta y el viento sostenido es superior a los 119 kilómetros por hora ya pasa a ser oficialmente un huracán”.
A pesar del aumento de la temperatura global del planeta, Barros descarta que pueda haber huracanes en el Atlántico Sur. “En Argentina por el cambio climático tenemos que preocuparnos por las inundaciones y las olas de calor”, concluyó.