“EL FUTBOL SIEMPRE FORJO UNA IDENTIDAD MASCULINA Y PATRIARCAL”, DICE MONICA SANTINO
Sólo basta con hacer la prueba de estar 95 minutos en una tribuna –o en una platea– y prestar especial atención a los insultos. O abrir un sitio de noticias deportivas, escrolear en pantalla y ver cómo y dónde aparecen las mujeres: por lo general, las vedettes y modelos, que no son deportistas, tienen más protagonismo que las que sí lo son. Incluso de las que se destacan o ganan una competencia.
Eso, que está en los márgenes del juego industrializado (los hinchas, los medios), funciona también como síntesis de lo que ocurre adentro: en ese submundo muchas veces blindado que integran jugadores, técnicos y dirigentes. El caso de Alexis Zárate, el futbolista de Temperley condenado a seis años y medio de prisión por haber violado a Giuliana Peralta en 2014, deja en evidencia esta cuestión: el fútbol sigue sosteniéndose sobre los cimientos de una construcción machista. Lo dice Mónica Santino, referente de la Asociación Civil La Nuestra Fútbol Femenino: “El fútbol siempre forjó una identidad masculina y patriarcal, con una tendencia a proteger al que cometió el delito y caerle a la víctima. Un poco reproduce lo que sucede en un sector importante de la sociedad”. Fracturas. Con la condena a Zárate, cuyo pase perte- nece a Independiente, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Lomas de Zamora ubicó a Temperley, sin querer, en el centro de la escena. El club del Sur, que hace diez meses sufrió la renuncia de su presidente Hernán Lewin, a raíz de las amenazas constantes de la barrabrava, ahora debe decidir qué hacer con un jugador sentenciado por “abuso sexual con acceso carnal”. Si bien Zárate estaría libre hasta que la Cámara de Casación bonaerense revise el fallo –la abogada de la víctima apeló en Casación para que la condena sea elevada a 12 años y el futbolista quede detenido inmediatamente– y en la actualidad podría jugar de manera profesional, Temperley lo licenció por tiempo indeterminado hasta consensuar, en los distintos espacios del fútbol argentino, una decisión final.
“Es un tema muy delicado, muy sensible. Escuchar la opinión de todos está bueno”, le dice a PERFIL Alberto Lecchi, el presidente del Gasolero. Y agrega: “En las reuniones de comisión directiva gana lo que decide la mayoría. Pero en este caso, si no llegas a un consenso, podés