Tras el romanticismo independentista, una pelea por miles de millones de euros
Cataluña es la comunidad autónoma más próspera de españa. su separación golpearía al país en comercio y finanzas. Dudas sobre la relocalización de las grandes empresas.
Por momentos, el halo de romanticismo de la causa independentista catalana parece ocultar que, a fin de cuentas, de lo que se trata es de una disputa por miles de millones de euros. En las últimas semanas, la dimensión político-judicial del procés relegó a un segundo plano las consideraciones sobre el impacto económico que tendría la secesión de Cataluña. Las eventuales consecuencias para España –y para la propia Cataluña– serían tan drásticas que llevan a muchos a suponer que la independencia jamás podrá concretarse en la práctica.
Se dijo mucho sobre el enorme perjuicio que implicaría la secesión para la economía catalana. Pero España también sufriría en términos de actividad, comercio, recaudación fiscal y finanzas. Cataluña es la comunidad autónoma española que más aporta al PBI del país: representa casi el 19% del producto total de España, es decir, la quinta parte de su riqueza nacional. En ese rubro supera incluso a Madrid. También es la región con mayor PBI anual per cápita, muy por encima del promedio nacional. En el último año, los ingresos de los catalanes recuperaron el nivel que tenían antes de la crisis de 2008-2009, algo que aún no ocurrió en las demás comunidades.
Cataluña es, además, una región clave para el sector exportador. Más del 25% de los bienes totales que España le vende hoy al mundo procede de allí. Y más de la mitad de esos bienes corresponde a grandes empresas y multinacionales que, según se anticipa, relocalizarían sus sedes si la independencia se convirtiera en realidad. Lo cual plantea dudas sobre otra cuestión crucial: ¿esas firmas se trasladarían en todos los casos a otra región de España? ¿O acaso una parte significativa de ellas optaría por mudarse a otros países? Si eso ocurriera, el impacto sobre la balanza Aportes de las principales comunidades autónomas al PBI nacional Evolución del PBI per cápita anual 28.124 23.900 13,4 España Cataluña 27.663 18,9 18,8 24.000 Más déficit. Tras la debacle de 2008-2009, el Estado español hizo enormes esfuerzos para domar su déficit primario. La secesión echaría por la borda buena parte de ese sacrificio: Cataluña no sólo es la comunidad autónoma más rica del país, y por lo tanto una de las que más aportan a las arcas públicas, sino también una de las pocas que tiene una contribución fiscal positiva, es decir, que entrega al Estado nacional más de lo que recibe.
La merma de casi el 20% del producto nacional que sufriría España si Cataluña se independizara también tendría efectos negativos sobre las variables económicas que se miden en relación con el PBI. Aumentarían el gasto público y la deuda en relación con el producto bruto. Se sabe cuál es la receta española para revertir un desbarajuste así: aumento de impuestos y ajuste fiscal.
Por si fuera poco, la secesión abriría un complejo debate sobre cómo repartir entre ambas partes las cargas de la deuda pública de 75 mil millones de euros que hoy arrastra Cataluña, y que avala el Estado español. Aun si los independentistas asumieran finalmente toda la responsabilidad, el solo hecho de poner la cuestión sobre la mesa causaría histeria en los mercados, lo que podría rebajar las calificaciones de riesgo de España y, en consecuencia, afectar el flujo de inversiones.
En síntesis: la independencia de Cataluña sería una catástrofe para la economía española. Por eso el empresariado español aún confía en que acabará primando la racionalidad económica y las partes llegarán a un acuerdo. Los independentistas les hablan con el corazón; los hombres de negocios les responden con el bolsillo.
se abriría un difícil debate sobre quién asumiría los 75 mil millones de euros de deuda catalana