Si esto es una novela
Léxico familiar Autor: Natalia Ginzburg Género: Novela
Otras obras del autor: A propósito de las mujeres, La ciudad y la casa, Todos nuestros ayeres, Querido Miguel, Las pequeñas virtudes, Las palabras de la noche, Y eso fue lo que pasó Editorial: Lumen, $ 269 Traductora: Mercedes Corral Corral
Hay algo muy diferente entre leer libros de historia y que la historia resulte casi una novela. Una novela que no tiene introducción, nudo y desenlace, una novela en la que los grandes personajes de la historia se convierten en vecinos, amigos o conocidos. Natalia Ginzburg encontró una manera de contar sus memorias sin armaduras, con la flexibilidad de quien cuenta su día a día.
La autora habla de su vida entre 1930 y 1950. Sus padres cobran notoriedad a través de su relato antifascista. “Según mi padre, contra el fascismo no había nada que hacer. En cuanto a mi madre, era optimista por naturaleza y esperaba algún buen golpe de mano.” Confiaba en que algún día alguien hiciese caer a Mussolini de alguna forma. Y salía por la mañana diciendo: “Voy a ver si el fascismo está todavía en pie. Voy a ver si han hecho caer a Mussolini”. Recogía alusiones y rumores en las tiendas y traía presagios animosos. “Decía a mi padre durante la comida: ‘Por ahí se nota un gran descontento, la gente no puede más’. ‘¿Quién te lo ha dicho?’, gritaba mi padre. ‘El verdulero’, respondía mi madre.” En la cotidianidad del lenguaje, aparece su amistad con Cesare Pavese, Carlo Levi o con los Olivetti, quienes tenían una fábrica de máquinas de escribir en Ivrea: “Los Olivetti eran los primeros industriales a los que veíamos de cerca”.
Vemos dibujada la Italia antifascista de una manera simple y profunda a la vez, con un lenguaje propio de una familia, con anécdotas entretenidas y siempre a la espera de un capítulo o un final, pero eso sólo es posible en la fantasía de un lector tozudo que no se resigna a que este libro no sea una novela.