La iglesia impulsa una ‘salida negociada’ a la crisis
Los cardenales de Barcelona y Madrid dialogan con todos los sectores para buscar una solución al conflicto en cataluña, cuya independencia apoya un sector del clero catalán. el Vaticano negó que vaya a mediar.
La Iglesia Católica catalana se ha mantenido en un discreto segundo plano durante los últimos días del conflicto catalán, pero ha dialogado con todos los sectores, con aval del Vaticano, que de todos modos hizo saber que rechaza todo tipo de mediación.
Así sostuvo ayer la publicación digital El Diario, en un artículo en el que destaca que la idea de los purpurados es “mantener un hilo de comunicación que permita una salida negociada” de la crisis.
Tanto el cardenal de Barcelona, Juan José Omella, un hombre muy cercano al papa Francisco, que fue quien lo hizo cardenal, como el de Madrid, Carlos Osoro, han seguido una estrategia conjun- ta, avalada por Roma y por el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez.
En su única referencia pública al conflicto catalán, Blázquez recordó que el papa Francisco pide trabajar por “una cultura que privilegie el diálogo como forma de encuentro, la búsqueda de consensos y acuerdos, pero sin separarla de la preocupación por una sociedad justa, con memoria y sin exclusiones”.
De acuerdo a El Diario, la postura oficial y pública de la jerarquía católica no ha variado: la Iglesia no puede ser mediadora. El papa Francisco reiteró al nuevo embajador de España ante la Santa Sede, Gerardo Bugallo, su negativa a avalar una secesión unila- teral en Cataluña. Y fue el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, quien se encargó de transmitir esa interpretación al cardenal Omella. Línea dura. Más allá de la política de moderación llevada adelante por la jerarquía católica, varios obispos catalanes expresaron su apoyo al procès.
El obispo de Girona, Francesc Pardo i Artigas, condenó en un comunicado “la violencia que sufre el pueblo de Cataluña”, en alusión a la represión policial durante el referéndum del 1º de octubre, y criticó “el trato sufrido por muchos ciudadanos que quisieron expresar libre y pacíficamente su opinión”.
Días antes, otro obispo catalán, el de la diócesis de Solsona, Xavier Novell, había publicado una carta en la que aseguró que iría a votar el referéndum.
El apoyo más rotundo a la socesión en el seno de la Iglesia se produjo a finales de septiembre, cuando cientos de sacerdotes catalanes publicaron un manifiesto en el que apoyaron el referéndum y la declaración de independencia.
L os fir mantes del documento, 282 sacerdotes y 21 vicarios, pidieron que fueran “escuchadas las demandas del pueblo catalán”.
“Invitamos a los católicos y a todos los ciudadanos de Cataluña a reflexionar sobre la importancia de los actuales acontecimientos y votar en conciencia en ejercicio del derecho fundamental que tiene cualquier persona a expresar libremente sus posiciones. Nos hemos sentido moralmente obligados a hacer oír nuestra voz en esta hora decisiva para el futuro inmediato de Cataluña y España”, sostiene el mensaje.
Francisco le dijo al embajador español ante la santa sede que no avala la secesión unilateral