El presidente, orgulloso de golpear al obamacare
Donald Trump se mostró ayer “orgulloso” del decreto con el que suspendió los pagos del gobierno federal a las aseguradoras de gastos médicos, un duro golpe al Obamacare, el programa que otorgó cobertura de salud por primera vez a millones de estadounidenses. “Muy orgulloso de mi orden ejecutiva, que permitirá un acceso enormemente expandido y costos mucho más bajos para el Programa de Salud”, tuiteó el mandatario. “Millones de personas se benefician!”, agregó. Según Trump, “las acciones de las aseguradoras médicas, que estuvieron por el techo durante los años del Obamacare, se hundieron ayer después de que yo le puse fin!”. Polémicas. La repentina decisión de Trump de suspender los pagos del gobierno federal a las aseguradoras de gastos médicos sacudió el viernes tanto al mundo de la política como al sector salud, ya que amenaza con incrementar las primas para millones y desestabilizar el mercado de seguros. Además, provocó una dura batalla interna entre los republicanos. Analistas locales destacaron que por un lado algunos tratarán de evitar daños políti- cos derivados de perjudicar a los consumidores, en tanto que otros –los más conservadores– tratarán de debilitar aun más la Ley de Salud y Cuidados Asequibles.
Los demócratas, en tanto, prometieron presionar por un acuerdo bipartidista para restaurar el dinero antes de que finalice el año, y tratarán de sacarle rédito político en las elecciones legislativas de 2018.
“El pueblo estadounidense sabrá exactamente a quién culpar”, dijo el líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer.
Poner fin a los subsidios afectará a las compañías aseguradoras, ya que la ley impulsada en 2010 por el presidente Barack Obama requiere que reduzcan sus costos para los consumidores más pobres.
La Asociación Nacional de Comisionados de Seguros estima que la medida de Trump produciría un incremento en las primas del 12 al 15%.
Retirar los subsidios afectaría a más consumidores en los estados en los que ganó Trump, como Florida, Alabama y Mississippi, que en aquellos en los que ganó Hillary Clinton. Casi el 70% de los seis millones de personas que se benefician de los subsidios viven en estados de mayoría republicana.