BONFATTI
Todas las comparaciones son odiosas, pero la expresada por el ex gobernador de la provincia de Santa Fe, Antonio Bonfatti, es un despropósito. Comparar al presidente de la Nación, ingeniero Mauricio Macri, con el genocida Adolf Hitler sencillamente es rayano con la locura. El “inspirador” del Holocausto, que asesinó a más de seis millones de judíos, un millón de gitanos, hombres y mujeres pertenecientes a la etnia negra, y casi un millón de testigos de Jehová, tenía la mente enferma de un demente, cuyo único propósito era crear una “raza superior”. El ex mandatario santafesino pasó la delgada línea de la ética, y fue una comparación que avergüenza a toda la sociedad. Olvidó en sus expresiones la Shoá, y faltó el respeto a toda la comunidad judía. Un enajenado que quiso ser el dueño del mundo cometió uno de los mayores holocaustos de la historia de la humanidad. Por su enfermizo poder, y creerse un semidiós, expresaba que la raza aria era la perfección, olvidándose de que eran simples mortales que, a lo largo de los años, terminaron siendo odiados por casi toda la raza humana. Claro que siempre existen los adoradores del mal, y hoy en algunos lugares del planeta Tierra están los neonazis, que veneran a su líder y hasta le rinden homenajes en la fecha de su muerte o de su nacimiento y en su nombre profanan tumbas en cementerios pertenecientes a los judíos. Carlos Galli carlog1708@yahoo.com.ar