Sólo para poetas
Canto de las Hespérides Autor: Rubén H. Ríos Género: poesía
Otras obras del autor: Friedrich Nietzsche y la vigencia del nihilismo, Horkheimer. Una introducción, La conspiración hacker, La noche oscura del alma Editorial: Ediciones del Dock, $ 200
Son las Hespérides, en la mitología griega, las ninfas de los árboles frutales encargadas de cuidar el extraordinario jardín del fin de Occidente, allí donde está ubicado el ocaso. Anunciadoras del crepúsculo, no participan de los dramas humanos y tal vez por eso su canto le proporciona a Rubén Ríos la clave para encontrar una escritura propia que serpentea por diversas voces para proclamar finales y comienzos, para acelerar y detener el tiempo, para poner patas para arriba la vida corriente.
Más allá de cualquier, hasta apasionado, interés histórico o filosófico, para navegar de verdad en aguas mitológicas se requiere una predisposición del alma, un estado de recepción tal que obliga a amar a tal punto de acreditar que la verdad, ni lisa ni llana, como el ojo de un huracán, está ubicada ahí, en el centro mismo de aquello que conocemos, porque le pusimos nombre y, a fin de cuentas, todo lo nombrado es nuestro y por supuesto verdadero.
Pocas veces –o nunca– la experiencia de la lectura de maravillosa poesía puede transmitirse desde el comentario o el análisis. En el mejor de los casos, sólo podrá uno –como aquí– exponerse, transformado por una literatura de extrema sensibilidad que conjuga la necesaria belleza con la erudición y el desparpajo, la cotidianeidad y el apocalipsis, generando un espacio dentro del cual nada, hasta lo más extraño, resultará ajeno.
Esta tarea, que Ríos realiza desde la lejana y justa elección de un adjetivo hasta la disposición gráfica de la palabra en la página, está destinada sólo a los poetas. A aquellos que poseen el don de hacer que el lenguaje se vuelva sobre sí mismo para dejar la mera información y ser fuego, viento, metal, agua. Tiempo.