ADIOS, QUERIDO CATOLICISMO
—Tu personaje, Isabel, y Mauro (Arana) se preocupan por la marihuana en su único hijo, ¿ya se habló el tema con tus hijos adolescentes? —Sí, hablamos. Para mí, la marihuana debería estar despenalizada; no quiere decir que le avale a mis hijos que fumen o tomen alcohol, no me parece que sea bueno para la salud. Sé que si se los prohíbo y ellos tienen necesidad de experimentar, lo van a hacer igual, no quiero ser necia. Trato de acompañarlos como mamá, intento que hablemos de los temas, prefiero poner las cartas sobre la mesa y ponerme en el lugar de ellos. —¿Cómo les inculcaste la religión y la espiritualidad a tus hijos? —A los 18 años dejé el catolicismo por completo, por eso no me casé por iglesia, y mis hijos no están bautizados, por ende no tomaron la comunión. Traté de transmitirles lo que me parece que es que la espiritualidad: no va acompañada de una religión en particular. Cuando eran más chiquitos, traté de hablar de lo que sentía, hasta donde ellos me dejaban, porque tienen sus propias opiniones. La espiritualidad no se explica ni se enseña, se vive. —Tuviste que dejar la comedia Como el culo por tu rodilla, ¿vas a volver para hacer temporada? —No. Tengo los meniscos desgastados y me diagnosticaron síndrome paleto femoral. Me iba a operar, después dijeron que no, hice una rehabilitación muy larga, quedé peor, después volví y mejoré (se ríe).