“BRANDONI CONMIGO FUE UN SOL”
“Hay proyectos que no los agarré porque estoy un poco cansado, hay otros dando vueltas que son muy buenos, pero que no se parecen en nada a Un
gallo... El actor siempre tiene que estar trabajando. Quizá no en algo audiovisual, tal vez haciendo teatro, tomando clases o leyendo textos. Un actor tiene que nutrirse de todo. Esta es una carrera en la que si tenés 90 años y podés seguir laburando podés ser mejor que el día anterior. Siempre hay desafíos. Hace un par de años que trato de agarrar papeles diferentes para que la composición sea completamente distinta”, reflexiona Lanzani. —¿Cuánto cambió el público que te sigue? —No me centro en un segmento en particular. Sí últimamente me vengo llevando sorpresas y en la calle me frena gente un poco más grande. O en el teatro, y que venga gente mayor y te cuente que te viene siguiendo, que vio El clan, La Leona, Equus o El emperador… Hay gente que me pide una segunda temporada de Un gallo... ya (ríe). —¿Qué te dejó Luis Brandoni? —De todo. Conmigo fue un sol, conectamos de entrada y siempre tuvo la mejor de las predisposiciones conmigo. Me enseñó mucho sin ponerse en el lugar del maestro. Es un actor maravilloso que enseña con el hacer, lo llevaré siempre en mi corazón. Ojalá me lo siga cruzando a lo largo del camino. — El clan y la serie de Luis Ortega sirvieron para humanizar un poco a los Puccio. ¿En El Angel se buscará lo mismo? —Creo que sí porque lo que se busca es la cotidianeidad. Hasta el más hijo de puta tiene esa cosa que lo humaniza. Cada uno tiene un yin y un yang, algunos tienen un lado más explotado que otro. Lo interesante es que en el caso de Alejandro Puccio había mucha gente que salía del cine y terminaba justificándolo...