MASCARA

Cada vez que ingresa, esposado, al Pabellón Néstor Kirchner (así bautizado en Ezeiza) un nuevo integrante del Club de los Perseguidos Políticos –según el parecer de la ex presidenta de todos y todas, que observa en cada movimiento de causas de corrupción en Comodoro Py que se está dando un paso más en esta supuesta “cacería de inocentes patriotas”–, es una máscara más que se cae ante el pueblo que no termina de asombrarse de lo sucedido en la “década ganada”. El Pata Medina (Uocra La Plata); Jaime, Pérez Gadín, La Salada; Báez, Manzanares, Sanfelice, Milani, Cristóbal López, Boudou, José López, Gils Carbó, Liuzzi, Baratta, De Vido… es muy larga la lista de nombres que se irán sumando cuando las causas sigan los pasos judiciales (demorados hasta el infinito durante la gestión K) y concluyan en los juicios orales ante jueces que no serán de Justicia Legítima pero que están ante la oportunidad de generar los cambios que la sociedad viene reclamándole a la Justicia. Porque no se trata de “robos mensurables”. Aquí, como dijo Fariña (el valijero de Néstor) y ratificó la doctora Carrió, se robaron medio PBI (o más). Esa es demasiada plata y en algún lado tiene que estar (bancos suizos, o paraísos fiscales, o enterrados en algún lugar, o en departamentos que no tienen muebles, ni habitantes, que sólo están repletos de dinero). Y ése es dinero que le falta a la Argentina, señores jueces federales. Otto Schmucler oschmucler@gmail.com