El terrorismo talibán y de EI ahoga en sangre a Afganistán
La minoría chiita y las fuerzas de seguridad han sido el blanco de siete ataques de kamikazes que se sucedieron desde el martes.
Una ola de violencia terrorista que azota a Afganistán provocó más de 200 muertos en cinco días, en atentados que tienen como blanco a los chiitas y a las fuerzas de seguridad.
El último episodio fue un ataque suicida en Kabul, que provocó 15 muertos, todos cadetes del Ejército, en un segundo atentado en 24 horas tras el perpetrado a una mezquita chiita de la capital. En cinco días se registraron siete ataques, cinco de ellos contra las fuerzas de seguridad o el Ejército. Kamikazes. Ayer, 15 cadetes del Ejército afgano murieron en el ataque de un kamikaze cuando salían de la Academia militar en un minibús.
Un talibán suicida hizo detonar los explosivos que llevaba entre sus ropas sobre las 15.30 hora local, cerca de la entrada de la Academia Militar Marshal Fahim, en el oeste de la capital. Otros cuatro cadetes resultaron heridos, informó el portavoz del Ministerio de Defensa, el general Daulat Waziri.
Los talibanes se atribuyeron la autoría a través de un mensaje en Twitter de su portavoz, Zabihullah Mujahid, quien confirmó que uno de sus insurgentes se inmoló en el lugar.
El viernes, un atentado reivindicado por Estado Islámico dejó 56 muertos y 55 heridos en una mezquita chiita del oeste de la capital. Un atacante suicida se colocó entre los fieles que habían acudido a rezar a la mezquita Imam Zaman, disparó a la multitud y luego hizo detonar los explosivos que portaba en su chaleco.
A excepción del atentado del viernes, la mayoría de los ataques fueron reivindicados o atribuidos a los talibanes, que acentuaron la presión Algunos de los sangrientos ataques de EI contra los chiitas afganos.
Julio 2013: dos bombas estallan en medio de una multitud de chiitas Hazaras en Kabul. Hay 85 muertos y 400 heridos.
Octubre 2016: un ataque causa 18 muertos durante la Ashura, importante festividad chiita, en Kabul.
Noviembre 2016: un ataque suicida provoca 27 muertos y 64 heridos en una mezquita chiita de Kabul.
Julio 2017: un coche bomba choca contra un bus en un barrio chiita de Kabul: 26 muertos y 41 heridos.
Agosto 2017: mueren 33 personas en una mezquita chiita en Herat. En Kabul mueren 28 personas y cincuenta resultaron heridas en un ataque suicida en otra mezquita chiita. esta semana lanzando cuatro ataques el martes y el jueves contra complejos del Ejército y de la policía en el sur y el sureste del país.
Soldados y policías afganos, a menudo mal entrenados y mal equipados, continúan pagando el precio.
El jueves por la noche, al menos cincuenta soldados murieron cuando un coche repleto de explosivos estalló en su base de Kandahar, en el sur del país. Se trataba de la tercera operación en 48 horas. El martes los ataques fueron en Gardez (sureste) y en Ghazni (centro este).
Estos atentados provocaron más de 120 muertos y 250 heridos, en su mayoría miembros de las fuerzas de seguridad.
en la mira
Presión. Los talibanes, que no registraron ninguna victoria importante en su “ofensiva de primavera” lanzada a fines de abril, acentuaron la presión sobre las fuerzas gubernamentales con los ataques terroristas. En paralelo, el país sufre los ataques de Estado Islámico, que suelen tener como blanco a la minoría chiita, a la que considera hereje. El atentado del viernes fue el décimo desde abril de 2016 contra los chiitas. La mayoría fueron reivindicados por EI.
Según Dahiul Haq Abid, viceministro de Asuntos Religiosos, Afganistán, país de mayoría sunita, tiene unas 10 mil mezquitas chiitas.