Tentación previsional
La Anses maneja el 40% del Presupuesto Nacional. Cómo en casi todas las políticas de gobierno, el origen y el fin es reducir el déficit fiscal. Esta es la única explicación de los cambios de criterio en la defensa de los juicios de reajuste de haberes. Según el Poder Ejecutivo, existen unos 450 mil juicios en curso.
El criterio que impulsa la Anses es que la Corte Suprema de Justicia de la Nación modifique el índice salarial utilizado para actualizar las remuneraciones, que son la base para calcular la jubilación. Desde 2009, la Corte Suprema utiliza el Isbic (que refleja salarios básicos de la industria), ahora pretenden que se utilice el índice de la Reparación Histórica, Ripte. Obviamente, el cambio es a la baja y tiene dos consecuencias directas, una: que las jubilaciones así calculadas difícilmente superan el 50% del último sueldo del jubilado. La otra: el ahorro para el fisco. Analizando las fechas de adquisición del derecho de los jubilados que tienen juicios sin sentencia firme y tomando los promedios de pago publicados por la Anses, estimamos que un fallo que conceda el índice de la reparación histórica para todos los juicios pendientes representa una ganancia para el Estado de 60 mil millones de pesos. Esto, a costa de los jubilados. Ahora, aun en caso de que la Corte dicte un fallo en contra de las pretensiones de la Anses, también genera beneficios para el Estado ya que las apelaciones sistemáticas producen un corte en los pagos por parte del Estado, que comenzará a cumplir con las sentencias recién cuando la Corte lo resuelva. Este diferimiento de pagos apalanca al organismo previsional por el spread que existe entre la tasa de interés que debe a los jubilados por la mora y la depreciación monetaria. La tasa de interés que paga el Estado por la deuda con los jubilados acumula, desde 2010 (plazo normal de resolución de un juicio), un 146%. En el mismo período, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses creció un 582%. La finalidad última de ese fondo es cubrir las prestaciones de la seguridad social. Así, la deuda que Anses tiene con los jubilados se ajustaría este año un 15% contra un rendimiento de las L ebac de 24% y, más grave aún, la misma tasa a la que el Gobierno les presta a los jubilados a través del programa Argenta. En definitiva, la Anses les “pide” plata a los jubilados al 15% y les presta al 24%, ahora pretenden la autorización de la Corte para extender este negocio con cautivos del sistema previsional. * Socio del Estudio Sobral Tróccoli.