Soraya, una política implacable elegida para domar a Cataluña
Sentada a la derecha de Mariano Rajoy, gesticulando y dando explicaciones, la imagen de Soraya Sáenz de Santamaría en el Consejo de Ministros más decisivo de las últimas décadas en España reveló esta semana la relevancia de la vicepresidenta del gobierno español. Todo indica que su figura crecerá aún más a partir de la crisis en Cataluña.
Tras años de consolidar su peso político a la sombra del presidente Rajoy, la “número dos” da ahora un nuevo paso en su carrera y asume su papel más difícil: coordinar el gobierno intervenido catalán después de que el Ejecutivo de Carles Puigdemont fuera destituido por su plan independentista. La dirigente de 46 años ya venía poniendo rostro y voz a los mensajes de Madrid acerca de la crisis secesionista. Ahora, tras el decisivo Consejo de Ministros del viernes, Sáenz de Santamaría queda definitivamente al mando del proceso político más complejo en la historia reciente de España.
Es un reto a la medida de una política convencida de que “gobernar significa tomar decisiones difíciles”. La prensa internacional ha retratado a la vicepresidenta como la “dama de hierro” de España, “la mujer más fuerte” y la “Merkel hispana”.
Nacida en 1971 en Valladolid, licenciada en Derecho y abogada del Estado, Sáenz de Santamaría entró en política de la mano de Rajoy. Fue asesora jurídica en su equipo desde el año 2000 y llegó a la Cámara de Diputados en 2004. Rajoy apostó por ella en su voluntad de renovar al Partido Popular (PP) tras la derrota electoral de 2008. Joven y hasta entonces prácticamente desconocida para la mayoría de los españoles, y sin experiencia política en las grandes batallas, Soraya era una apuesta de riesgo. “Si eres joven, mujer y mides 1,50 metros, te ven vulnerable”, se quejaba ella por entonces. Pero no falló al líder conservador como primera mujer en ser la “número tres” del partido. Desde entonces, no paró de escalar posiciones. Trabajadora infatigable, levantó ríos de tinta en 2011 al ponerse al frente del PP en el traspaso de poderes con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, sólo diez días después de haber dado a luz a su primer hijo. Como vicepresidenta del Gobierno se convirtió en la aliada más leal de Rajoy, en las buenas y en las malas.
Su nombre sonó con fuerza para algo más el año pasado, cuando España pasó diez meses sin poder formar gobierno por la falta de apoyos necesarios a Rajoy en el Congreso. Muchos pensaron que dejar atrás la figura del mandatario y proponer a Soraya podía destrabar la larga crisis. Rajoy la envió además en su nombre al debate que enfrentó a los candidatos de los cuatro grandes partidos que rivalizaban en las elecciones de diciembre de 2015. Saénz de Santamaría salió airosa del enfrentamiento.
“Trabajo para que Rajoy sea presidente”, remarcó meses después tras las elecciones de junio de 2016. “No me distraigo y que no me distraigan”, añadió sobre los comentarios acerca de su voracidad política. Hoy, sin embargo, no hay otra figura mejor posicionada para tomar en algún momento el legado de su mentor. La crisis soberanista la sitúa ahora como jefa interventora del gobierno catalán hasta las elecciones del 21 de diciembre. Algo menos de dos meses en los que podría seguir apuntalando su camino a ser la primera presidenta en la historia de España.
La actual vice de españa es hoy la mejor carta electoral del partido popular quien es
Mariano Rajoy designó a Soraya Sáenz de Santamaría como interventora de Cataluña.
La actual vice española asumirá las competencias de Carles Puigdemont.
Sáenz es desde hace años la “sombra” de Rajoy y se proyecta como candidata del PP.
Es vocera habitual del gobierno y tiene mejor imagen que Rajoy.