Francisco, contra la “fragmentación” de europa
El papa Francisco está preocupado por la “fragmentación” de Europa, afirmó su principal colaborador en el Vaticano, monseñor Pietro Parolin.
La declaración fue entendida como una alusión a la crisis en la región española de Cataluña, cuyo Parlamento aprobó el viernes una resolución para proclamar la independencia, aunque Parolin no mencionó expresamente a ese conflicto.
“El resultado del referéndum británico el año pasado y la tendencia a la fragmentación que está golpeando el continente han llevado al Santo Padre a considerar la necesidad urgente de promover una reflexión más amplia y más centrada en Europa como conjunto y en su futura dirección, incluso más allá de los límites de la Unión Europea”, dijo el secretario de Estado del Vaticano en un discurso pronunciado el viernes y cuyo contenido fue publicado ayer.
Entre los diversos problemas en Europa que preocupan al pontífice, Parolin mencionó la crisis económica, la migración, el avance del populismo y el “regreso del nacionalismo” en muchas regiones y países.
En un discurso de apenas treinta minutos, Parolin llamó a los líderes de la UE a crear empleo, especialmente para la gente joven, recibir inmigrantes y trabajar por la paz, al tiempo que sugirió a los cristianos “ver la política como un noble espacio para procurar el bien común y no como una plataforma de poder”.
“Los grupos extremistas y populistas están encontrando suelo fér til en muchos países. Hacen de la protesta el centro de su mensaje político, sin ofrecer la alternativa de un proyecto político constructivo”, añadió el secretario de Estado vaticano.
Francisco no hizo recientemente declaraciones sobre la crisis en Cataluña, aunque una revista católica publicó este mes que el Papa le había dicho al embajador español en el Vaticano que estaba en contra de la independencia cata- lana. Meses antes, cientos de sacerdotes catalanes habían firmado una carta para apoyar la independencia. Inmigración. El Papa, agregó Parolin, está a favor de una política de inmigración de puertas abiertas, pero reconoce que estas políticas deben estar respaldadas por la capacidad de los gobiernos de “proveer integración plena a nivel social, económico y político en los países de acogida”.
“La migración no puede ser un proceso indiscriminado y desregulado, pero tampoco podemos levantar muros de indiferencia y miedo”, advirtió, instando a los inmigrantes a “aprender, respetar y asimilar la cultura y las tradiciones de las naciones que les dan la bienvenida”.
“los grupos populistas encuentran suelo fértil en muchos países.”