Eligen a las Violetas como mejor café notable
La confitería de Almagro fue la más votada por casi 20 mil porteños entre 49 bares históricos. En la Ciudad, son los preferidos de los turistas y reivindicados por fanáticos.
La confitería de Medrano y Rivadavia, ganadora. La siguen el Café Roma, el Tortoni y el remozado Los Galgos (de izq. a der.) Ayer, los vecinos eligieron a uno de entre cincuenta, pero los cafés notables –que suman 92 y tienen desde su propio libro hasta recorridos y fanáticos que los reivindican– forman parte del ADN porteño y son reconocidos en todo el mundo por resumir la historia de una Buenos Aires en su esplendor.
Tras una votación en redes sociales, cuyo resultado se conoció ayer en el marco de la primera edición del festival Feca (ver aparte), la confitería Las Violetas fue elegida como el mejor Café Notable de la Ciudad. En el concurso participaron 19.496 porteños y el ganador obtuvo 3.706 votos.
De la tradicional confitería, instalada desde 1884 en la esquina de Rivadavia y Medra- no, destacaron su antigüedad, su arquitectura y su relevancia como emblema del barrio. Con un interior en el que ahora sobresalen su boiserie restaurada, sus mármoles, anillos de bronce en las columnas, y el cielo raso estucado. Las Violetas estuvo cerrada durante tres años por restauraciones. Durante ese período, de 1998 a 2001, se temió por la suerte que pudiera haber corrido el histórico establecimiento en el que Alfonsina Storni solía tomar el té y escribir sus poemas.
La iniciativa fue desarrolla- da como parte del programa BA Capital Gastronómica, que tiene como objetivo impulsar a Buenos Aires como referente gastronómico de América Latina.
Muy cerca, la siguieron el Café Roma, con 3.576 votos; y el Tortoni, con 2.255. El top ten lo completaron Los 36 Billares, El Gato Negro, London City, Florida Garden, Esquina Homero Manzi, La Biela y Los Galgos.
Justamente ese clásico en la esquina de Callao y Lavalle fue el que “rescató” el sommelier y bartender Julián Díaz, dueño del bar 878, quien hace un par de años pasaba junto a su mujer, Florencia Capella, lo veía cerrado y pensaba cómo recuperarlo. “La idea fue recuperar la estética y el emblema del lugar, pero aggiornando un poco el producto porque lo que
“Allí no te apuran para que liberes las mesas y los mozos son cómplices”, dice Daffra
había era poco competitivo”, contó entonces Díaz tras la reapertura del lugar, que hoy combina una moderna barra de tragos con una carta tradicional y un ambiente casi sin alterar el original. Fanáticos. El mismo espíritu de reivindicación de los lugares clásicos es el que mueve al colectivo #54Bares, un grupo de porteños que visita, comenta y difunde los bares notables. Celebran la elección de Las Violetas, al que definen como “una maravilla”, y dicen que sus integrantes ya lo habían elegido segundo tras el Tortoni en su encuesta interna.
“Amamos los bares notables porque en general no te apuran para que liberes lugar, tenés en el mozo un cómplice para conversar de fútbol o de lo que quieras, y también la gastronomía nos puede traer gratos recuerdos de la herencia familiar”, destaca Italo Daffra, su fundador y principal impulsor.