LUIS, SU PADRE, FUE ARBITRO INTERNACIONAL. SU HERMANO ES SILVIO TRUCCO
Después de lucharla durante diez años en la Liga Rafaelina y en el Torneo Federal A, finalmente la jueza de línea Gisela Trucco está a punto de cumplir su gran sueño, y con creces. Con 29 años, acaba de ser designada árbitro asistente para el partido entre Defensa y Justicia y Olimpo que se disputará mañana, lo que la convierte en la primera mujer en la historia del fútbol argentino en asistir a un árbitro en un partido de Primera. Y, además, en la segunda en dirigir en la máxima categoría masculina en América del Sur, detrás de la uruguaya Claudia Umpiérrez, que debutó el 4 de septiembre de 2016 en la primera división del fútbol charrúa.
“El que me dio la noticia por teléfono fue Horacio Elizondo. Cuando me dijo que me había incluido en el sorteo de la Superliga para este fin de semana, me largué a llorar de la alegría. Es algo con lo que soñaba desde hacía muchos años, pero no creí que iba a llegar tan rápido. Me siento como en un sueño”, comenta.
Aunque de muy pequeña su padre –Luis Trucco– la llevaba a ver los partidos en los que él era juez de línea, ella soñaba con ser una atleta famosa. Pero ya terminada la secundaria, y mientras cursaba el Profesorado de Educación Física, cambió de opi- En el fútbol argentino se tardó demasiado en darles a las mujeres la posibilidad de demostrar sus condiciones en Primera División. Es algo para celebrar, pero debería haberse dado mucho tiempo antes, porque hay juezas de línea, como los casos de Salomé Di Iorio y María Eugenia Rocco, que sólo actuaron en el ascenso o en algún partido de reserva de Primera A.
La designación de Gisela Trucco como Cuando Horacio Elizondo la convocó, lloró. nión y decidió seguir los pasos de su padre y de su hermano mayor, el árbitro Silvio Trucco. “No creo que haya otro caso como nuestra familia, en el que el padre y tres de sus cuatro hijos sean árbitros, porque mi hermano menor, Angelo, se acaba de recibir y está dando sus primeros pasos en la Liga Rafaelina. No sé si no estamos para el Libro Guinness de los Récords”, cuenta, entre risas. Muy feliz y ansiosa por el hito histórico que está a punto de marcar, reconoce que el fútbol sigue siendo muy machista y que las mujeres todavía tienen una gran pelea por delante para lograr tener el mismo lugar que los hombres en el referato. “Espero que esto marque un antes y un después. Las mujeres venimos peleando desde hace muchos años por tener los mismos derechos, beneficios y exigencias que los árbitros varones, pero hasta ahora la lucha ha sido muy despareja porque no siempre te tratan de la misma manera. Ojalá yo sea la primera de muchas más”, se entusiasma quien, curiosamente, está en pareja con alguien que no es del palo. “Con tres hombres árbitros en la familia ya es suficiente”, cierra. primera jueza de línea por primera vez en la historia en un partido de Primera División marca un antes y un después en el referato profesional argentino, y eso me pone muy contento por la dura lucha que las mujeres vienen librando desde hace muchos años y que, por suerte, con este paso histórico que va a dar Gisela ya está empezando a dar sus primeros frutos.
El desafío que le espera no será para nada fácil, porque habrá hinchas que la insultarán por su género antes que por los errores involuntarios que pueda llegar a cometer, pero ella sabe muy bien que eso es parte del folclore de nuestro fútbol y de nuestra sociedad, que todavía sigue siendo machista en muchos aspectos. Bienvenidas las mujeres al fútbol de Primera.