De la Sociedad rural al Gobierno, con el impulso y apoyo presidencial
Si la designación de Luis Miguel Etchevehere formalizó el desembarco de la Sociedad Rural en el Gobierno, el proceso inverso se había concretado mucho tiempo antes. Desde hace años la identidad macrista tiene copado el ánimo ideológico de esa entidad. Los tres últimos discursos de Etchevehere, en su rol de presidente de la SRA, incluyeron arengas de campaña en favor de Cambiemos, defensas explícitas de la gestión de Mauricio Macri, una cruzada antikirchnerista y reclamos para que los jueces “sancionen los delitos cometidos en la década pasada”.
A casi diez años de la conformación de la Mesa de Enlace, el macrismo monopolizó el salto de la dirigencia rural hacia la política. En contra de la pretensión de algunos teóricos ruralistas, que soñaban con agrodirigentes repartidos entre distintas fuerzas, el oficialismo se quedó con todo. La eliminación y baja de las retenciones al trigo, maíz, carne y soja apuraron la conversión. Y ahora, después de 84 años, la conducción de la Rural volverá a manejar sin mediaciones el Ministerio de Agroindustria.
La decisión fue tomada directamente por Macri, si bien los vicejefes de gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, eran los más ansiosos por correr a Ricardo Buryaile del cargo. Con el cambio, apuestan los macristas, el ministerio ganará agilidad en la gestión, sin alterar el rumbo. Agrandado tras el triunfo en las legislativas, al Presidente poco le importaron las denuncias por explotación laboral, evasión tributaria y estafa que arrastra Etchevehere, acusado incluso por su hermana Dolores. Algunas de las cuales avanzan en la Justicia, y hasta lo tienen llamado a indagatoria.
Desde Casa Rosada afirman que son detalles “intrascendentes”, dentro de una trayectoria amplia como dirigente y productor agrícola. Un amigo de “Luis Miguel”, agrofuncionario macrista al igual que él, opina que las acusaciones de Dolores (le hizo 18) remiten a “puteríos de familia”.
El grupo Etchevehere es dueño de El Diario de Paraná (que atravesó un conflicto gremial por falta de pago a sus trabajadores), de la inmobiliaria Etchevehere Rural SA y de la empresa Las Margaritas SA, que maneja unas cinco estancias. En una de ellas, llamada La Hoyita, el Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (Renatea) encontró varias situaciones de explotación y trabajo esclavo.
Según el Renatea, los inspectores dieron con dos peones no registrados que vivían hacinados en ranchos sin energía, agua potable y baños, a cambio de 450 pesos mensuales. Los hermanos Sergio y Antonio Cornejo, afirmaron a Página/12 que Leonor, junto a sus hijos Arturo Sebastián y Juan Diego (hermanos de Luis Miguel), les ofrecieron dos mil pesos para negar su vínculo laboral.
En paralelo, en septiembre pasado la Cámara Federal de Casación decidió reabrir una investigación por la cesión irregular de un subsidio de 900 mil pesos del Banco Nación a Las Margaritas. A esas denuncias se les suman las que promovió Dolores Etchevehere.
Desde la Rosada dicen que las denuncias son detalles ‘intrascendentes’