El gobierno mira la elección de las autoridades de la iglesia

Desde mañana definirán la sucesión de Arancedo. El candidato es Poli, aunque suena Ojea, un hombre más cercano a Francisco.

Richard Gallagher. Ayer, Gallagher mantuvo un encuentro con Macri en Olivos y luego compartió un almuerzo con el canciller Jorge Faurie, el secretario de Culto, Santiago de Estrada, y los ministros Carolina Stanley (Desarrollo Social) y Jorge Triaca (Trabajo). La política social del Gobierno, la Cumbre del G20 y la situación de Venezuela fueron los temas en la agenda bilateral.

El lunes, Gallagher también participará de la asamblea de obispos que elegirá las autoridades de la CEA. El actual presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor José María Arancedo, termina su segundo mandato y no puede ser reelegido. El candidato “natural” para sucederlo como presidente de la CEA es el arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli.

Se menciona también como posible candidato “sorpresa” al obispo de San Isidro, Oscar Ojea, quien se identifica como una persona más “alineada” con el pensamiento de Francisco. Sin embargo, Poli visitó el Vaticano hace poco más de quince días.

Allí tuvo al menos dos encuentros con el máximo jefe de la Iglesia, sobre los cuales no trascendió ninguna información. Algunos especulan con un pedido de “paso al costado”, pero otros interpretaron que el encuentro confirmaba la designación de Poli. Más allá de las especulaciones, hay otro dato que deja en evidencia las diferencias del Papa con la actual conducción y el propio Poli.