ACTIVIDAD INDIGNA
Los consultores políticos son las nuevas estrellas en nuestro oscuro cielo. Todos los candidatos tienen el suyo, y sus pergaminos se valoran en base a las elecciones en las que consiguieron llevar al triunfo a su circunstancial asesorado. La tarea consiste en instruir al candidato respecto de los temas que debe abordar, qué palabras y ropa usar, cómo utilizar las redes sociales y cuantos más datos sean necesarios y conducentes para que el candidato consiga artificialmente una mayor aceptación social. Una vez en el gobierno, los consultores son quienes arman la agenda política, la comunicación y las acciones de gobierno. Si analizamos esta actividad desde nuestra posición de ciudadanos, podríamos entender que los consultores políticos son quienes interpretan el humor social y pueden anticipar el grado de aceptación o rechazo que puede despertar una acción, una imagen o una palabra. A partir del conocimiento adquirido, los consultores visten y maquillan a los políticos, creando artificialmente personajes que puedan mostrarse como la sociedad necesita verlos y no como realmente ellos son y piensan. No es casual que en el mundo exista una enorme crisis de “liderazgo político”. Esta nueva actividad indigna ha conseguido que la política haya dejado de proveer estadistas para crear tan sólo simples dirigentes que actúan a partir de las espasmódicas reacciones de una sociedad radiografiada. José María Astarloa josemariaastarloa @globalsli.com