Pensaban que se había suicidado y ahora sospechan que lo mataron
Cinco metros recor r ió el cuerpo del violinista Angel Almada hasta impactar en el suelo. Llegó inconsciente al hospital, donde falleció tres días después a causa de las graves heridas provocadas por la caída desde un puente peatonal ferroviario. Ocurrió la madrugada del 5 de marzo de 2016 en la localidad bahiense de Ingeniero White. El caso estuvo a punto de ser cerrado como suicidio o accidente, pero un año y ocho meses más tarde, tras la insistencia de la familia, la reconstrucción del hecho demostró que se trató de un homicidio.
Tras idas y vueltas, el fiscal Marcelo Romero Jardín se hizo cargo de la causa y pidió la pericia, que resultó clave para determinar que se trató de un crimen. Peritos de Gendarmería recrearon el contexto arrojando un muñeco de prueba en distintas posiciones sobre un vagón ubicado en el lugar, en la madrugada del viernes.
Tras la reconstrucción, el fiscal señaló que “no quedan dudas de que f ue un homicidio”. “La única forma en que el cuerpo queda en posición final como estaba Almada ese día es que lo arrojen dos personas por sobre la baranda con la cabeza levemente inclinada hacia adelante, uno tomándolo por las piernas y el otro debajo de las axilas, por lo que lo tiraron de cabeza”, agregó el fiscal.
Romero Jardín sostuvo que “no hay posibilidad de que se haya arrojado solo porque no tendría las lesiones que tuvo ni hubiese quedado en la posición en la que quedó”.
Agregó que “en el lugar del hecho no hay lesiones compatibles con que él haya colocado las manos, o sea que cayó inconsciente”, según le manifestó al fiscal el forense de Gendarmería Nacional.
“El móvil no lo tenemos claro todavía, pudo haber sido un robo o una pelea ocasional, pero tenemos claro que no es un lugar en el que (A lmada) iba habitualmente”, concluyó.
Tras la pericia, la tía del chico, Viviana Almada, contó que ahora están “tranquilos” porque “se terminó la mentira, se aclaró que a Angel lo tiraron del puente”. “Dos sinvergüenzas lo mataron y siempre dijimos que lo habían matado y que lo habían tirado”, concluyó.