“algunos puntos de la reforma son idénticos a la que hizo Brasil”
La central más grande del país vecino analizó el proyecto local: alerta por el fondo antidespidos y la tercerización.
“Hay puntos que son idénticos a la reforma de Brasil”, dijo después de ver el borrador de la reforma laboral argentina Graça Costa, secretaria de Relaciones de Trabajo de la Central Unica dos Trabalhadores (CUT), la mayor central sindical de Brasil, que representa a 7,5 millones de trabajadores. El nuevo marco laboral que llegó con Michel Temer entró en vigencia ayer en Brasil.
Entre las coincidencias están la creación de un fondo antidespidos, la tercerización laboral y los cambios al contrato permanente de trabajo. “El fondo de garantía contra desempleo está vigente en Brasil y puede tener el mismo efecto en la Argentina: hay una alta rotatividad en el trabajo”, agregó sobre la medida que marca como “el fin de la estabilidad” y “una de las más preocupantes”. “El empleador hoy paga una multa si despide pero eso no asegura empleo”.
Otro punto es la tercerización. La subcontratación se extendió a todas las tareas. “Las empresas dejan de tener la responsabilidad solidaria. Eso tiene un impacto muy grande en las condiciones de trabajo, en la salud y en la seguridad del trabajador. Se genera una precarización muy fuerte”, remarcó Costa. “Tenemos estudios en la CUT que muestran que los trabajadores tercerizados en Brasil ganan 27% que los trabajadores efectivos. De cada diez accidentes de trabajo, ocho son de tercerizados. De cada cinco muertes laborales, cuatro son tercerizados”.
El contrato de trabajo es el tercer punto. “En la reforma brasileña se agregaron varias modalidades de contrato: parcial, temporario, tercerizado. También hay trabajo intermitente, donde se paga por hora trabajada. Si trabaja tres días por semana, cinco horas por día, sólo va a ganar por esas 15 horas trabajadas, sin los derechos”, destacó la representante de la CUT. “El contrato de trabajo por tiempo indeterminado, que le da cierta seguridad, estabilidad emocional, permite pensar en el futuro”, argumentó.
Por otra parte, Costa consideró que las reformas afectan a la economía. “Analizamos las reformas en Alemania con el contrato laboral: hubo una caída del 2,2% en la masa salarial. La reforma laboral no es un problema para la clase trabajadora, es un problema para la Nación, porque la masa salarial tiene influencia en la economía de un país. Un empleo precarizado es una disminución de salario, un agravante para la caída de consumo, para la recaudación, las políticas públicas del país”.
El argumento para un modelo más “flexible” vuelve a ser la generación de empleo. En los ‘90, después de los cambios en el mercado de trabajo la Argentina pasó de un desempleo del 7% al 16% en 1997 y al 21,5% en 2002.
“Si crea empleo, va a ser empleo precarizado, de bajos salarios o que no va a llegar al salario mínimo nacional, como el empleo intermitente. Hoy el salario mínimo en Brasil es de 900 reales, por 44 horas semanales. Si una persona fue contratada intermitente y solo trabaja 20 horas, gana la mitad que el salario mínimo”, detalló.
A esto se suma el impacto en seguridad social. “La caída en va a impactar en las jubilaciones. Brasil también tiene un debate sobre jubilación y ya hay un proyecto en el Congreso para aumentar el tiempo de contribución a 49 años de trabajo para poder jubilarse”, recordó.
Hoy preparan un proyecto para revocar la reforma laboral. A eso suma que Temer “congeló el presupuesto por 20 años y lanzó la privatización de todas las empresas estatales. Ni siquiera Pinochet hizo lo que está haciendo Brasil”.
El contrato de trabajo por tiempo indeterminado le da seguridad, establidad al trabajador