El presidente de líbano exige que el primer ministro regrese al país
Saad Hariri renunció hace una semana desde arabia saudita y aún permanece allí. sus rivales dicen que es retenido por ryad.
El presidente del Líbano, Michel Aoun, pidió ayer explicaciones a Arabia Saudita sobre la situación del ex primer ministro libanés Saad Hariri, que renunció sorpresivamente la semana pasada desde Ryad y que desde entonces no ha regresado a su país.
“Toca a Arabia Saudita explicar por qué Hariri renunció desde su territorio”, dijo Aoun, que no ha aceptado la renuncia del primer ministro.
“La opacidad en torno a la situación del señor Hariri arroja dudas sobre cualquier cosa que él diga o haga”, agregó el presidente.
Aoun también reclamó el regreso de Hariri que, según Hezbollah, el grupo chiita que también integra el gobierno libanés, es un rehén de las autoridades sauditas.
La renuncia de Hariri, quien está alineado con Ryad, sacudió Líbano y reavió la rivalidad regional entre Arabia Saudita e Irán. La dimisión y las fuertes declaraciones de Ryad contra Irán siguieron profundizaron el misterio sobre la suerte de Hariri y propiciaron rumores de que es retenido contra su voluntad, a pesar de que él lo ha desmentido.
Arabia Saudita, “con quienes tenemos profundas relaciones históricas y de hermandad, debe aclarar las razones que están impidiendo” el regreso de Hariri, agregó Aoun.
El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, respaldó el pedido de Aoun.
Si Hariri quiere dimitir, necesita “regresar al Líbano” y renunciar formalmente “a fin de que el gobierno del Líbano pueda funcionar de manera adecuada”, declaró Tillerson. Disputa regional. La renuncia de Hariri es interpretada por los analistas como un nuevo episodio de la disputa entre Arabia Saudita e Irán por la hegemonía en Medio Oriente.
Hariri, sunita, renunció criticando a Hezbollah, al que acusó de ser el instrumento de la expansión iraní en la región.
Milicianos del grupo chiita combaten en Siria junto al ejército sirio contra rebeldes de mayoría sunita. Aliados de Arabia Saudita y de Irán se enfrentan también en Yemen e Irak.
Analistas señalan que Hariri perdió el apoyo de Arabia Saudita por su fracaso a la hora de frenar el poder de Hezbollah, con quien gobierna en el marco de un delicado sistema de reparto de poder.