Pagos sospechosos a través de cuentas offshore
La empresa de Hugo y Mariano Jinkis realizó, en febrero de 2013, transferencias desde Suiza a una sociedad en Seychelles que estaba a nombre de un cirujano ortopédico alemán.
Paradise Papers vuelve a poner a la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y a los empresarios Hugo y Mariano Jinkis en la lupa por pagos a una sociedad offshore. La firma lleva directamente a Qatar, que afronta una investigación en Suiza por presunto pago de sobornos a Julio Grondona por la elección de ese país como sede del Mundial de Fútbol 2020. Así lo revelan e-mails y documentación obtenida por el diario alemán Süddeutsche Zeitung y compartidos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), y a los que accedió PERFIL.
Los documentos del estudio jurídico Appleby, dedicado a la creación de compañías y cuentas bancarias en paraísos fiscales, revelan una serie de transacciones de la empresa Full Play Group SA y del “Legue de Brasil y Argentina” a la offshore ESM Group Limited a principios de 2013. Los pagos hicieron saltar las alarmas del Barclay Bank en 2015, cuando la banca se percató de que su cliente había recibido transferencias de los involucrados en el Fifagate.
La empresa de los Jinkis está acusada de haber pagado supuestos sobornos a dirigentes de la Conmebol y de la Concacaf (Caribe) para adjudicarse los derechos televisivos de sus torneos.
La sociedad en Seychelles estaba a nombre de un cirujano ortopédico alemán, Thomas Rungweber. ESM Group Ltd. se creó para “gestión de eventos, consultoría en marketing deportivo, deporte y eventos”. El único accionista y director de la compañía era el alemán. También era el único administrador de cuentas bancarias. Tras la creación de la offshore, el cirujano pidió por e-mail archivar los documentos con urgencia. En el estudio se vieron obligados a preguntarle por qué un médico quería inscribir una sociedad para negocios deportivos.
Rung weber admitió que quería abrir la compañía con un amigo dedicado al negocio de eventos y deportes pero que su allegado no podía aparecer. Appleby concluyó que Rungweber era un testaferro pero siguió adelante con la ope- ración. Así consta en el informe realizado por un equipo del estudio. ¿Quién estaba detrás de la firma? Tina Sabounati, ex encargada de relaciones internacionales en la empresa Kentaro, una agencia suiza de marketing deportivo que organizó un amistoso entre Argentina y Brasil en Qatar en 2010.
Kentaro forma parte de la investigación penal suiza sobre presuntas irregularidades y lavado de dinero relacionado justamente con ese amistoso. Ese partido se había jugado el 17 de noviembre de 2010, semanas antes de que el país árabe fuera elegido sede del Mundial 2022. Según el informe, García Kentaro transfirió US$ 2 millones a la empresa World Eleven a cambio de la participación de la AFA en el partido pero a la Argentina sólo llegó un millón. La sospecha de los suizos apuntaba a que parte de ese pago encubría una coima.
Según fuentes al tanto de la operación, Sabounati se abrió de Kentaro para realizar negocios por cuenta propia con Qatar a espaldas de sus ex empleadores. La offshore habría sido su pantalla para operar para ese país.
Casi dos meses después de su creación, la offshore comenzó a recibir fondos. Los primeros fueron el 24 de enero de 2013. Las transferencias fueron realizadas por la “Legue de Brasil y Argentina”, que llegó a hacer un total de seis pagos por casi US$ 700 mil entre enero y abril de ese año. Lo llamativo es que el partido se había jugado dos años antes.
En febrero de 2013, la
Desde el entorno de los Jinkis dijeron al equipo de Paradise Papers que los pagos fueron en concepto de derechos de transmisión del partido EspañaUruguay para toda Sudamérica salvo Uruguay.
La empresa de los Jinkis está acusada de pagar sobornos a la Conmebol y la Concacaf
offshore también recibió dos pagos de la empresa de los Jinkis. Fueron realizados desde la cuenta en Suiza de Full Play Group en febrero y marzo de 2013 a una cuenta de ESM Group Limited en el banco Barclay de Mauricios, otra isla en el Indico. Los pagos fueron por un total de US$ 28.400.
Fuentes cercanas a los Jinkis dijeron al equipo argentino de Paradise Papers que los pagos fueron en concepto de derechos de transmisión del partido España-Uruguay para toda Sudamérica salvo en Uruguay. También aseguraron que el primer pago, de US$ 14.975 era el desembolso inicial por la retransmisión. El precio fue tan bajo que los Jinkis realizaron una segunda transferencia a ESM Group –de 13.425 dólares, un mes más tarde–, como una especie de “bonus”.
Consultado por los medios alemanes, Rungweber aseguró que “nada en relación con ESM Group fue ilegal”.
La compañía del cirujano alemán también recibió más de US$ 400 mil en dos transacciones de la Asociación de Fútbol de Qatar. Fue en concepto de un partido amistoso entre España y Uruguay.