Consejo de la Magistratura: más miembros y menos peso de la política
Otra clave de la reforma judicial que encaró la Casa Rosada es la modificación de Consejo de la Magistratura, el organismo que designa, destituye y controla a los jueces federales y nacionales.
La clave de las modificaciones será ampliarlo de 13 a 16 miembros pero, sobre todo, que no haya preeminencia del ala política (los legisladores y el Ejecutivo) en su composición para que no se alcancen mayorías con tanta facilidad como en el kirchnerismo.
“Hoy el Consejo está desbalanceado, hay más legisladores que de otros poderes. Ahora queremos balancearlos”, explican en el macrismo. Por ello, se proponen cuatro jueces (hoy son tres), seis legisladores, cuatro abogados (actualmente son dos), un representante del Poder Ejecutivo y otro del ámbito académico y científico, según el anteproyecto que comenzaron a evaluar en el oficialismo.
De hecho, esta semana, el ministro de Justicia, Germán Garavano, junto a su viceministro, Juan Bautista Mahiques, el diputado Pablo Tonelli y el presidente del Colegio Público de Abogados porteño, Jorge Rizzo, comenzaron la ronda de consultas a fin de llegar a un consenso sobre un proyecto de reforma. “Ahora el proyecto está en consulta con los consejeros y organi- zaciones ligadas a la Justicia. Después el Poder Ejecutivo reúne todas las inquietudes y arma su proyecto y lo envía al Congreso”, explicaron fuentes oficiales.
“Queremos un Consejo despolitizado, balanceado e independiente que sirva para mejorar el Poder Judicial y devolverle la independencia, la tranquilidad y el prestigio que perdió durante los últimos años”, consideró Tonelli.
En lo que refiere al tramiento a la letra chica del proyecto de reforma del Consejo se puede esperar, con el correr de los días, que haya algunas modificaciones en la dinámica del debate.
Por caso, en el propio oficialismo existen hoy dos posturas sobre los representan- tes del Poder Legislativo.
El ministro Garavano asegura que deben ser, sí o sí, diputados y senadores en funciones mientras que otro sector del oficialismo cree que el cargo, que requiere trabajo full time, podría desempeñarlo un ex legislador u otro representante que no necesariamente esté en funciones en el Congreso. “Para hacerlo full time es muy difícil, hay muchos expedientes en trámite”, explican de un lado de la biblioteca.
De todas maneras, la idea del oficialismo es poder contar, para el año que viene con un nuevo Consejo.