Francisco convocó a la Jornada Mundial de los Pobres en el Vaticano
Francisco convocó por primera vez a miles de indigentes y pobres al Vaticano para que participen hoy de la Jornada Mundial de los Pobres. Bajo el lema “No amemos de palabra, sino con obras”, el Papa quiere movilizar a los católicos para que ayuden a aliviar la pobreza y a romper el círculo de soledad y abandono en el que muchos se encuentran atrapados.
“Conocemos la gran dificultad que surge en el mundo contemporáneo para identificar de forma clara la pobreza. Sin embargo, nos desafía todos los días con sus muchas caras”, escribió el Papa en junio en el mensaje con el que instituyó la jornada.
“Son caras marcadas por el dolor, la marginación, la opresión, la violencia, la tortura y el encarcelamiento, la guerra, la privación de la libertad y de la dignidad, por la ignorancia y el analfabetismo, por la emergencia sanitaria y la falta de trabajo, el tráfico de personas y la esclavitud, el exilio y la miseria, y por la migración forzada”, enumeró.
“Qué lista inacabable y cruel nos resulta cuando consideramos la pobreza como fruto de la injusticia social, la miseria moral, la codicia de unos pocos y la indiferencia generalizada”, reco - noció. Almuerzo. Unos 4 mil necesitados, provenientes de varios países de Europa, algunos acompañados por voluntarios, asistirán a la misa que el Papa celebrará en la basílica de San Pedro. Entre ellos, unos 1.500 almorzarán luego con Francisco en el aula Pablo VI, dentro del Vaticano.
Un gesto que será repetido en diferentes seminarios y colegios católicos de Roma, donde se han organizado almuer- Esta semana visitó una sala de atención médica para los “sin techo”. zos para unas 2.500 personas. El menú estará compuesto por diferentes platos tradicionales de la cocina italiana y la permanencia de los inusuales invitados del Papa en el Vaticano contará con la animación musical de la banda de la Gendarmería Vaticana y el coro “Le Dolci Note”. Avances. Ayer, Francisco al referirse al tema, hizo hincapié al abordar la necesidad de que los avances tecnológicos no aumenten la desigualdad en el seno de las sociedades.
“El avance científico y tecnológico es un bien de toda la humanidad y no puede ser sólo de unos pocos. En tal modo, se evitará que el futuro alcance nuevas desigualdades basadas en el conocimiento, y aumente la brecha entre ricos y pobres”, dijo el Papa al recibir en audiencia a miembros del Pontificio Consejo de la Cultura.
“Para el Papa, “las grandes decisiones sobre la orientación de la investigación científica y las inversiones sobre ella se asumen desde el conjunto de la sociedad y no dictadas sólo por las reglas del mercado o del interés de pocos”.
“La medicina y la genética, concluyó, nos permiten mirar dentro de la estructura más íntima del ser humano y hasta modificarla, pero abren posibilidades de determinar a los seres humanos ‘programando’, algunas calidades”.