Real obsequio
Reyes es una figura clave para la literatura de su país y para la latinoamericana Una atractiva muestra biblio-fotográfica en homenaje a Alfonso Reyes, que fue el primer embajador de México en Argentina, y con quien Borges tuvo una relación ambivalente, se presenta en el centro cultural de la Librería del FCE.
a GONZALO LEON lfonso Reyes (1889-1959) es el escritor mexicano con más v ínculos con Argentina, fue el primer embajador de su país entre 1927 y 1930 y luego tuvo otro período entre 1936 y 1937. En esos años conoció a Borges, al joven Adolfo Bioy Casares, al dominicano Pedro Henríquez Ureña, al director de la Biblioteca Nacional, el francés Paul Groussac y, por supuesto, a Victoria Ocampo; prácticamente a todo el Grupo Sur, nucleado en torno a la revista que fundó la mayor de las Ocampo. Reyes formó parte del primer consejo extranjero de la publicación, que integraban además José Ortega y Gasset, Jules Superville, Pierre Drieu la Rochelle y Henríquez Ureña, entre otros.
Pero fue con Borges con quien tuvo una relación ambivalente. Primero compartió el gusto por esa tradición argentina de las biografías imaginarias iniciada por el francés Marcel Schwob a finales del siglo XIX; él con Retratos reales e imaginarios y Borges con Historia universal de la infamia. De hecho, el español Cristián Crusat, en Vidas de vidas. Una historia no académica de la biografía, lo sitúa en esta tradición, en la que también están J.R. Wilcock con La sinagoga de los iconoclastas y Luis Chitarroni con Siluetas, además de otros autores argentinos, sólo que el libro de Reyes es anterior a todos. El aprecio de Borges por el autor mexicano queda consignado en Discusión cuando escribe la necrológica de Groussac: “Todo escrupuloso estilo contagia a los lectores una sensible porción de la molestia con que fue trabajado. Fuera de Groussac, sólo he comprobado en Alfonso Reyes una ocultación o invisibilidad igual del esfuerzo”.
Sin embargo, en el Borges de Bioy Casares este aprecio muta y la valoración que hace de las obras completas de Reyes, editadas en 1956, es distinta. En uno de esos famosos diálogos del Borges, Bioy le dice que el autor mexicano ha incluido en estas obras las cartas de amigos y admiradores y poemas escritos en su honor, a lo que Borges responde: “¿Habría que felicitarlo por la manera en que busca el olvido? Los estudiosos no tendrán nada que hacer; ya que estará todo servido y, por lo demás, ad nauseam. ¿O habrá que felicitarlo porque sabe que mostrándose como un ser absurdo se logra la inmortalidad?”. Sea como fuere, entre los libros anotados que Borges donó a la Biblioteca Nacional, y que están en la Sala del Tesoro, hay varios de Reyes; de hecho, es el escritor latinoamericano más presente en esta valiosa colección, que quedó registrada en el libro Borges, libros y lecturas, de los investigadores Germán Alvarez y Laura Rosato.
Pero más allá de las opiniones ambivalentes de Borges, Alfonso Reyes es una figura clave para la literatura de su país y también para la literatura latinoamericana, cosa que quedó demostrada cuando en su momento la poeta chilena Gabriela Mistral, después de obtener el Premio Nobel de Literatura, lanzó la candidatura de Reyes al prestigioso premio, cosa que no prosperó por debates internos en su propio país, pese a haber obtenido allí varios reconocimientos y de gozar de prestigio. En sus últimos años, fue director de la Real Academia de la Lengua.
Este es el Reyes al que se le rinde un homenaje en el Centro Cultural Arnaldo Orfila Reynal, donde funciona la librería del FCE, con la muestra Pasado de un presente: tesoros de la Biblioteca de Alfonso Reyes en el Orfila Reynal, que se inaugura este miércoles 22 de noviembre, a las 17, con una mesa de diálogo en la que participarán el director de la Biblioteca Nacional y Premio Internacional Alfonso Reyes 2017, Alberto Manguel, el periodista y Premio Konex 2017 Pablo Gianera y el curador de la muestra, Rafael Toriz. La muestra, que tiene como pretexto los cien años de la publicación de Visión de Anáhuac y que estará abierta hasta el 2 de enero próximo, es biblio-fotográfica, y en ella se verá una edición del poemario Avión, de Kin Taniya, los dos tomos de Le Mexique au début du XXe siècle, escrito por varios autores, entre otros el príncipe Roland Bonaparte; la edición de Material poético, de Carlos Pellicer, y primeras ediciones de los libros de Sergio Pitol y de Elena Garro.
Todos estos libros son parte de la Biblioteca Alfonso Reyes de la Embajada de México, que cuenta con veinte mil títulos, y es la biblioteca diplomática más grande del país azteca, en gran medida gracias al aporte de Reyes. Por el momento, la biblioteca se encuentra cerrada al público, por lo que es una buena oportunidad para conocer algunas de las joyas que tiene. El curador aclara que utilizan palabra “tesoros” en la muestra en un sentido “de valor literario, no como documento histórico. La exposición está compuesta por una selección de libros que consideré valiosos dentro de la Biblioteca Alfonso Reyes. La intención no ha sido otra que exhibir los libros y las fotografías pertenecientes únicamente al acervo de la embajada”. De ahí que los libros donados por Borges a la institución no estén. En este sentido, si bien el director de la biblioteca estará presente en la inauguración, no se trabajó con ella, aunque sí se contó con su apoyo técnico. Pasado de un presente: tesoros de la Biblioteca de Alfonso Reyes en el Orfila Reynal Curador: Rafael Toriz Fechas: desde el 22 de noviembre, a las 17, hasta el 2 de enero de 2018. Horarios: lunes a domingo de 10 a 21 Lugar: Centro Cultural Arnaldo Orfila Reynal (Costa Rica 4568, Palermo)