Cuando Brito habló de Ciccone
Era enero de 2016 y Mauricio Macri terminaba de cruzar su primer mes en la Casa Rosada. Desde su chacra de Punta del Este, el dueño del banco Macro, Jorge Brito, se deshacía en elogios hacia su gestión en una entrevista con PERFIL, pocas horas antes de recibir a los popes del establishment habituados a comer asado ahí en su campo Mamá Ganso, en La Barra. Y en aquella oportunidad Brito se refirió a la causa por la que mañana deberá responder ante el juez Ariel Lijo en los tribunales federales de Comodoro Py, donde se lo señala como financista de la operación por la que el ex vicepresidente Amado Boudou y sus testaferros se quedaron con la imprenta de billetes Ciccone Calcográfica. En aquel momento, dijo: “Eso hace a la política. Acá hay peritajes hechos y no hay nada más claro que un peritaje que demuestra que yo como presidente del banco no sé qué hacen los cuatro millones de clientes. Cuando querés generar fantasmas, los generás. Ahora, los peritajes están hechos. No incumplí en nada, se informó a quien había que informar”. Todo cambió. A leja nd ro Va ndenbroele, prestanombre de Boudou, dijo como arrepentido que Brito puso la plata y que incluso cobraba de Brito para mantener la boca cerrada.