El Papa verá de cerca el drama de los rohingya
El papa Francisco comienza hoy un viaje muy delicado a la budista Myanmar y a la musulmana Bangladesh, para impulsar la convivencia entre religiones y defender la minoría musulmana rohingya, víctima de una brutal “limpieza étnica”, según la ONU y Estados Unidos.
“Voy a proclamar el Evangelio de Jesucristo, un mensaje de reconciliación, perdón y paz”, anticipó el Pontífice en un videomensaje distribuido esta semana por el Vaticano.
Después del baño de multitudes en septiembre en Colombia donde promovió la paz, “el papa de los pobres” y del diálogo, optó por visitar dos países pobres y olvidados de Asia, donde los católicos son una pequeña minoría, con frecuencia en peligro. Primera vez. El Papa llegará mañana a Myanmar, en la primera visita de un pontífice al país, bajo presión por la comunidad internacional tras ser acusado de someter a la minoría rohingya a una verdadera “limpieza étnica”, además de negarles la ciudadanía. migratorias de este siglo.
“El Papa llega en un momento clave para los dos países”, admitió el portavoz del Vaticano, Greg Burke.
Francisco oficiará una misa campal, se encontrará con el jefe del ejército, Min Aung Hlaing, responsable de la campaña de represión, presidirá una mesa redonda interreligiosa y se reunirá con la premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, jefa de facto del gobierno civil, a quien recibió en mayo en el Vaticano. Minoría. En Bangladesh, segunda etapa del viaje de Francisco, los católicos son unos 375 mil, el 0,24% de los 160 millones de habitantes.
El Papa visitará allá el monumento de los Mártires Nacionales de Savar, que conmemora los muertos en la Guerra de Liberación de Pakistán (1971) y el Museo de la Memoria de Bangabandhu.
También celebrará una misa en el parque Suhrawardy Udyan y se reunirá con obispos.
Se trata de la segunda visita de un papa a ese país después de la celebrada por Juan Pablo II en 1986.