PEÑA, ERRADO
Con el respeto que merece su envestidura como jefe de Gabinete, le digo a Marcos Peña que se ha equivocado de cabo a rabo cuando expresó hace unos días: “Se terminó el mito, se puede gobernar sin el peronismo”. Quizás fue una expresión poco feliz, burlona, acalorada y tal vez muy entusiasta por los resultados electorales. Es razonable su entusiasmo, aunque, a mi entender, es extremadamente exagerado. Tengo 65 años y más de cuarenta de militancia en el campo popular y como peronista, le aseguro que lo que usted llama lisa y llanamente un mito es una realidad palpable, visible, notoria, combativa y revolucionaria. Debo admitir que el peronismo está en un estado comatoso, pero no muerto. Puede estar en terapia intensiva, pero muy lejos del cementerio. En muy poco tiempo, y más rápido de lo que usted imagina, el peronismo pasará a una sala común, y tendrá el alta definitiva y estará nuevamente en las calles, aglutinando seguidores. Carlos Galli carlosg1708@yahoo.com.ar