Los rescatistas estadounidenses que irán en busca del submarino perdido
“Tenemos un sentido de urgencia para hacer lo necesario en esta misión”, explican el jefe principal, Jason Spinden, y el teniente Karl Schonberg.
costa chubutense impedían finalizar los trabajos de carga del minisubmarino (o módulo presurizado de rescate, como se denomina técnicamente ese dispositivo) que se encargará de parte de esa búsqueda. Al cierre de esta edición, aún no había zarpado.
Schonberg y Spinden son, además de rescatistas, submarinistas. Por eso destacan que sienten una empatía especial por los 44 tripulantes que sólo conocen quienes compartieron la experiencia de surcar los mares a cientos de metros de profundidad: “Todos los que llevamos un submarino en el pecho, sin importar a qué país representamos, somos hermanos y hermanas”, dice Spinden. “Los submarinistas nos vemos como parte de una comunidad que supera las fronteras; por nuestra experiencia común todos tenemos siempre presente el peor escenario posible, por eso los marinos del CRS tenemos un sentido de urgencia pa- ra hacer lo que sea necesario en esta misión”, acota por su parte Schonberg.
“Las tareas son similares a los entrenamientos que hemos hecho en otros ejercicios internacionales: la movilización del personal, los recursos y el trabajo con equipos de otros países son muy parecidos. Pero esta situación es diferente, porque se trata de un caso real. Tenemos que trabajar con tiempos más limitados, porque queremos saber pronto dónde está el San Juan”, explica Spinden.
“Una diferencia grande entre el entrenamiento y lo que estamos haciendo acá es que en las misiones de entrena-