Los riesgos del “cambio cultural”
Patricia Bullrich volvió a atar su suerte al desempeño de las fuerzas de seguridad. Como tras la desaparición de Santiago Maldonado, volvió a confiar en su tropa, reforzando el mensaje corporativo intramuros. Si bien falta conocer el motivo y los detalles del contexto en que murió el tatuador, para Bullrich el ahogamiento fue causa suficiente para decretar que no hubo ni una pizca de mala praxis. En su apuesta, la ministra arrastra al Gobierno casi en bloque. Las tibias voces disidentes, como la de Germán Garavano y (a ve- ces) la de Marcos Peña, no alcanzan para matizar ese giro. El resultado de los focus group también parece darle la razón a la Piba. El intento de “cambio cultural” del Gobierno, sin embargo, encierra todos los riesgos que marca la historia respecto de las fuerzas de seguridad. Y a su vez entra en la dinámica del ensayo y error con la que muchas veces actúa el macrismo. Si se llega a determinar que Rafael Nahuel y sus compañeros no atacaron con armas de fuego, la jugada oficial entraría en crisis. Pero principalmente lo haría el futuro y la buena estrella de la ministra.