Alerta por unidades de Botox falsas: Anmat advirtió que podrían poner en riesgo la salud
Se incautaron gracias a la denuncia de un médico. Recomiendan que los pacientes verifiquen la legitimidad del producto que se aplican. En el país, las inyecciones de toxina botulínica se triplicaron en los últimos cinco años.
Es uno de los tratamientos estéticos más demandados en la Argentina y en todo el mundo para eliminar las arrugas y las líneas de expresión. La aplicación de toxina botulínica –más conocida por su nombre comercial, Botox– no para de crecer. En los últimos cinco años casi se triplicó el número de procedimientos en el país (de 17.242 en 2011 a 46.472 en 2016, según la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética).
Esta popularidad hizo que comenzara a proliferar un mercado negro. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) advirtió en las últimas semanas la venta de unidades falsas de bótox. El producto en cuestión tiene la inscripción: “Botox 150 Units, Botullinum Toxin Type A, lote 5G30703925, vence 2018.07. Allergan” y se constató que es un producto apócrifo.
La investigación comenzó tras la denuncia de un médico (cuyo nombre no trascendió), que sospechaba sobre la legitimidad de las unidades adquiridas de buena fe. La Dirección de Vigilancia de Productos para la Salud comparó el vial denunciado con la unidad original del laboratorio Allergan. Y constató que en las unidades apócrifas aparece la leyenda “150 Units”, que no corresponde a una presentación comercializada por la firma. Además, no tienen estuche secundario y el envase presenta características diferentes al producto original tanto en la altura y el diámetro, así como el precinto de seguridad y la etiqueta.
“El denunciante aportó un vial del producto vacío, por lo que se sospecha que el producto fue utilizado y aplicado a un paciente”, detallaron desde Anmat ante el requerimiento de PERFIL. ¿Cuáles son los riesgos para la salud de este falso Botox? “En general, es difícil predecir cuáles pueden ser las consecuencias de administrar a un paciente un medicamento falsificado o sin registro en el país, porque todo lo que rodea a ese producto es desconocido y, por lo tanto, incierto. En particular, el Botox contiene una neurotoxina que actúa bloqueando las placas neuromusculares induciendo la parálisis fláccida del músculo. De este modo, la toxina botulínica puede diseminarse desde el área de inyección y producir síntomas tales como astenia, debilidad muscular generalizada, visión borrosa, disfonía, disartria, incontinencia urinaria y dificultades respiratorias que podrían ser peligrosas para la vida”, advirtieron. Consejos. En la Argentina hay tres especialidades medicinales de toxina botulínica: Botox, Dysport y Xeomin. “Su función principal es relajar los músculos de la mímica mejorando las arrugas gestuales especialmente del tercio superior de la cara (frente, entrecejo, patas de gallo) como en el tercio inferior (arrugas peribucales, marioneta y cuello)”, explicó Cristina Pascutto, presidenta de la Sociedad Argentina de Dermatología.
Se utiliza tanto en mujeres como en hombres y cada vez a edades más tempranas. Cada aplicación ronda los $ 6.500 y sus efectos duran alrededor de cinco meses. “En general, en estética hay cosas ‘truchas’ o no respaldadas. En el caso de la toxina hay que tener mucho cuidado, primero porque si es mala, no produce el efecto deseado y si está adulterada, puede producir efectos perjudiciales para la salud”, sostuvo Sergio Korzin, director de Lasermed y miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica Estética y Reparadora.
Los especialistas recomiendan aplicarse bótox por un médico, dermatólogo o cirujano plástico. Evitar realizarlo con personas ajenas a la medicina. Desde Anmat también aconsejan que los pacientes soliciten a sus médicos que exhiban el producto que se le va a aplicar y verifiquen que éste sea de las marcas que se encuentran autorizadas y su número de lote. Estos datos se puede consultar en la página web de Anmat, www.anmat.gov.ar en el apartado de Vademecum.
“El denunciante aportó el vial vacío por lo que se sospecha que fue aplicado.”