“Hay enfrentamientos entre periodismo y creación”
—Alguna vez dijo que al iniciarse como periodista quería aprender a escribir, ser un cronista de cultura. ¿Qué instancias recuerda en ese aprendizaje?
—La época era 1965, 1966. Me casé, tenía que trabajar. La idea de “cronista de cultura” duró poco. El golpe de Onganía cambió a una generación. Mi modelo fue Graham Greene. Dijo que entró al periodismo ( The Times, Londres) para aprender a escribir. La redacción fue un taller de aprendizaje constante. El periodismo era política. Mi iniciación me obligó a salir a cubrir La Noche de los Bastones Largos, ver el cierre de la universidad, la represión como diversión de una clase. Fui detenido por primera vez. Escribí poesía, me publicó De la Flor (en 1972). Los rumores reemplazaron a la información. Había que consultar a colegas, comencé a llevar una cronología política. Entonces, la cultura se hizo política. Era una parte importante de toda acción, nos gusten o no los gobiernos que sobrevivimos. Cuba fue un ejemplo importante de promoción cultural, la de su preferencia. Llegaba a todas partes, se imitaba, se difundía. De Perú, Chile, Brasil, salían iniciativas impresionantes. También de Buenos Aires, cine y ficción litera- ria. Los personajes máximos de la época fueron Rogelio García Lupo, genial, y Rodolfo Walsh, ambos empedernidos del detalle. Tomás Eloy Martínez tenía estilo, Homero Alsina Thevenet percibía la perfección.
—También dijo que en la redacción del “Daily Telegraph” aprendió a reducir una pieza periodística a lo que importaba. ¿Qué sacrificaba en ese proceso y qué ganaba?
—La redacción en Londres fue una universidad. Se abrió un mundo. Las páginas de noticias imponían estilos como que iban tres oraciones por párrafo, y 32 palabras por párrafo. Toda palabra superflua debía salir. En realidad, regla similar regía para los comentarios de política o una crítica de cine. Había que elegir palabras con cuidado. Lo de cortar me ha acompañado siempre. Hay enfrentamientos entre periodismo y creación. Uno tiene urgencia, la literatura necesita reflexión. Aun así, el primero es una guía para crecer con la segunda.
—¿Qué define lo cultural de un texto periodístico?
—La crónica, el artículo si prefiere, define la forma de mirar el tema. La redacción depende de la escuela, del maestro y luego de la iniciativa.