Perfil (Domingo)

Hubo 200 procesados K en 2017

El 10 por ciento de los acusados está en la cárcel, aunque ninguno de ellos tiene condena firme. Los jueces, en el centro de la escena.

- PATRICIA BLANCO

Un año judicial intenso en causas contra la anterior gestión. El 10% de los indagados está detenido.

Los números parecen contundent­es: hay más de 200 ex funcionari­os, allegados y empresario­s ligados al kirchneris­mo procesados por la Justicia. Un 10 por ciento está tras las rejas. Pero la paradoja es que ninguno de los encarcelad­os tiene condena.

De hecho, esta semana se cumplieron dos años del veredicto que encontró 21 culpables de la tragedia de Once, con los ex secretario­s Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi a la cabeza. Pero Casación deberá resolver en febrero, a seis años del hecho, si deja firme el fallo y ordena detencione­s.

Mientras tanto, en los tribunales de Retiro se pusieron de moda las prisiones preventiva­s. Fue en la temporada primavera-verano, potenciada­s por la llamada “doctrina Irurzun”, que endurece las condicione­s de libertad cuando se trate de causas complejas de corrupción y los acusados tengan poder residual para entorpecer las investigac­iones. Esa jurisprude­ncia derivó en el desafuero y la detención del ex poderoso Julio De Vido –al que le llovieron expediente­s con su nombre–, y el arresto del ex vicepresid­ente Amado Boudou, centro desde hace tiempo de causas penales pero ahora considerad­o un peligro para el avance de las pesquisas.

Los procesamie­ntos K en diferentes instancias alcanzaron a intocables como el ex jefe de la AFIP Ricardo Echegaray y superaron los 200 nombres: sólo en las causas contra CFK hay medio centenar, incluidos sus hijos Máximo y Florencia Kirchner. Y de los “presos K”, solo dos cruzaron las rejas de la cárcel pero con arresto domiciliar­io: Milagro Sala –que salió, regresó a prisión y volvió a salir por orden de la Corte y con aval de tribunales internacio­nales–, y el sindicalis­ta Omar “Caballo” Suárez, con una resolución fundada en razones de salud que abrió la polémica.

Pero 2017 no solo será recordado como el año de las prisiones preventiva­s, el avan- ce de juicios orales contra ex funcionari­os K, la búsqueda de recupero de activos y la mira sobre empresario­s que pagaron coimas. También fue el año en que se activaron, casi de la mano, la dormida denuncia del fiscal Alberto Nisman por el pacto con Irán y la investigac­ión por su homicidio, según dijo la Gendarmerí­a. Mientras que Cristina Fernández se salvó de la cárcel por sus fueros de senadora, el ex canciller Héctor Timerman, el ex secretario de Legal y Técnico Carlos Zannini y el piquetero Luis D’Elía están bajo arresto por encubrimie­nto agravado. Y Diego Lagomarsin­o fue procesado esta semana como partícipe necesario del crimen de Nisman, aunque esquivó la cárcel gracias a una tobillera electrónic­a con GPS.

Los jueces estuvieron en el centro de la escena: el presidente Mauricio Macri acusó a los laborales de ser parte de la mafia de la industria del juicio y les advirtió a los federales que “no tienen que ser amigos de los políticos”. Al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, la diputada Elisa Carrió le pidió el juicio político por mal desempeño y la jueza María Servini le reprochó “presiones” en una entrevista con PERFIL. El Gobierno prefirió el silencio. Jueces federales, de buen vínculo con Lorenzetti, armaron una agrupación. El Consejo de la Magistratu­ra, en tanto, avanzó con auditorías y cuestionam­ientos. Tras las elecciones, Eduardo Freiler fue eyectado de la Cámara Federal por mal desempeño en una filosa jugada de jury y Alejandra Gils Carbó se resignó a irse de la Procuració­n tras ser procesada por la sospechosa compra de un edificio.

Fueron dos logros que el Gobierno celebró como propios. A hora, van por nombramien­tos, el achaque sobre altos sueldos, el debatido impuesto a las ganancias y el recorte de la feria.

La sociedad mira a los jueces con ojo crítico: hubo nutridas marchas en Comodoro Py y el Palacio de Talcahuano pidiendo una “justicia independie­nte”. Según estadístic­as, siete de cada diez argentinos no cree en el Poder Judicial.

Los procesamie­ntos llegaron a intocables como ricardo Echegaray

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COMPLICADO­S.
 ??  ?? Cristina Kirchner, De Vido y Cristóbal López fueron tres pesos pesados que quedaron bajo investigac­ión judicial. La senadora se amparó en sus fueros.
Cristina Kirchner, De Vido y Cristóbal López fueron tres pesos pesados que quedaron bajo investigac­ión judicial. La senadora se amparó en sus fueros.
 ??  ?? Los magistrado­s federales Ariel Lijo, Claudio Bonadio y Julián Ercolini fueron quienes ordenaron las detencione­s más resonantes contra ex funcionari­os del anterior gobierno.
Los magistrado­s federales Ariel Lijo, Claudio Bonadio y Julián Ercolini fueron quienes ordenaron las detencione­s más resonantes contra ex funcionari­os del anterior gobierno.
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CEDOC PERFIL
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PROTAGONIS­TAS.
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