La rosada apuesta por gremios ‘amigos’
El debate por la reforma previsional y un llamado al paro sin consenso interno causaron una ebullición que amenazó con hacer volar por los aires la frágil unidad conseguida hace poco más de un año. En este contexto, los gremios más afines al Gobierno ya comenzaron a desplegar su estrategia en la pelea que viene para definir una nueva conducción unipersonal.
Los históricos “gordos”, el sector que lidera el heredero del Momo Venegas y un grupo de gremios de la energía se perfilan como los grandes aliados del oficialismo para definir una conducción amigable con los planes de “reformismo permanente”. Una figura central es José Luis Lingeri, integrante del grupo de “independientes” y actor central en los temas relacionados con las obras sociales, corazón financiero del mundo gremial.
Oscar Mangone (GAS) y Antonio Cassia (federación de gas y petróleo) son también armadores fundamentales del núcleo más afín al Gobierno. El último mar tes lograron unir en una mesa a los gre- mialistas ya mencionados y gremios que tienen buena relación con el Ejecutivo pero que no están hoy dentro de la central. Se trata de 62 Organizaciones, que conduce Ramón Ayala, el heredero del Momo Venegas, y de dos gremios históricos, la Unión Ferroviaria de Sergio Sasia y los taxistas de Omar Viviani.
Antes que el germen de una nueva CGT oficialista, este conjunto de secretarios generales quiere jugar dentro de la central unificada y sumar votos para coronar a un referente moderado, que contenga a los sectores más combativos y auspicie una nueva etapa de diálogo con el Ejecutivo. Pero antes de que se vuelva a discutir la conducción, algo que todos estiman se dará a partir de marzo, los oficialistas de- berán contener a los sectores que ya anticipan que resistirán los planes del ejecutivo para la reforma laboral, que se incorporaría a la agenda del Parlamento en febrero, en extraordinarias.