La Ciudad, lejos de cumplir la meta de residuos
envia El gobierno porteño volvió a modificar el acuerdo con la provincia de Buenos Aires y prevé enviar desde el primer día de 2018 unas 2.700 toneladas de residuos diarias. Horacio Rodríguez Larreta logró que la Provincia acepte, sin plazos, 2.600 toneladas diarias de residuos, lo que significan unas 800 toneladas por encima del tope.
Sin lugar propio para sus desechos, la Ciudad los entierra desde hace décadas en el relleno de José León Suárez. Ahora, el gobierno porteño ganó tiempo. Se comprometió en 2017 a mantener el envío diario de 2.800 toneladas y a reducir en 100 toneladas más para 2018. La meta de enviar 1.000 toneladas por día quedó sujeta a la decisión que se tome sobre dos plantas millonarias, paralizadas desde 2015, aunque al final puede ser una. Estaban previstas para este año. La Ciudad trabaja ahora en un plan de relanzamiento, según pudo saber PERFIL. Idas y vueltas. Como jefe de Gobierno, Mauricio Macri acordó en 2012 con el ex gobernador bonaerense Daniel Scioli la reducción de las 6 mil toneladas diarias que enviaba. En ese marco se puso en marcha junto al relleno una planta de Tratamiento Mecánico Biológico (MBT), que clasifica y trata residuos por composición. Su actividad explica en gran parte la reducción de 44% que logró la Ciudad. A ella se sumó la tarea de los cartoneros, así como otras plantas secundarias.
Sin embargo, Macri no cumplió la meta fijada para junio de 2014 de 1.350 toneladas por día. Negoció otro acuerdo y puso sobre la mesa la construcción de dos plantas MBT. Las licitó en 2015 –una en la costanera norte y otra en el sur, cerca del Autódromo Gálvez–, pero solo preajudicó la última por casi $ 3 mil millones a la extranjera Sorain Cecchini Tecno, en UTE con Tecsan, del Grupo Roggio, que hoy controla la MBT ya instalada. La planta norte, con presupuesto similar, quedó en “evaluación”. En el lugar que iba a ocupar se aprobó en octubre la relocalización del Tiro Federal.
A fines de 2016, el ministro de Ambiente porteño, Eduar- do Macchiaveli, informó que las dos plantas estarían espejadas en el sur. No hubo más anuncios. “Las plantas fueron pensadas en la emergencia del conflicto con la Provincia. Todo cambió con Vidal”, razonó un dirigente PRO.
Pese a todo, las MBT son resistidas por organizaciones ecologistas. Les achacan poca recuperación de material reciclable –producirían más que nada material para separar capas en el entierro– y señalan que pueden ser una puerta a la incineración. La práctica está vedada por la Ley de Basura Cero, que prohíbe enterrar materiales reciclables en 2020.
la construcción de dos plantas de tratamiento en la ciudad sigue paralizada