L’Espresso
Se trata de 800 mil jóvenes que no pudieron obtener la ciudadanía italiana. Ellos no tienen el mismo derecho que los demás, pese a haber nacido en el país. Italia se muestra como un país que tiene una población cada vez más antigua y en declive. Por eso, una inyección de ciudadanos nuevos y jóvenes sería invalorable para todos. Sin embargo, la ley de la infancia no se aprueba. Un ataque a la infancia en un país viejo.
Personaje del año