The New Yorker
Un informe sobre los adolescentes que quedan atrapados entre una pandilla y la ley. En Long Island, los menores, por no ver un futuro prometedor, terminan atrapados entre la violencia de la MS-13 y la deportación. Ese es el caso de Juliana, quien creció con un solo recuerdo de su padre. Estaba sentado en el porche de su casa, en un pueblo de El Salvador. Un hombre con una máscara negra emergió de la oscuridad. Juliana oyó tres disparos y vio a su padre caerse de la silla, vomitando sangre. Terminó en Estados Unidos.
Los jóvenes pandilleros