Libre pero con frentes abiertos
Aníbal Fernández no fue el más perjudicado del avance judicial contra los K, pero tiene varios frentes abiertos. Cerca de ir a juicio por el Plan Qunita, el ex funcionario fue recientemente denunciado por presunta insolvencia fraudulenta por la fiscal del caso, Gabriela Baigún, y presentó un descargo y pedido de eximición de prisión. También se le amplió el procesamiento y embargo en la causa Fútbol para Todos y el juez Bonadio lo procesó por un programa de gestión de residuos. Está complicado por un subsidio a la Confederación Argentina de Hockey. Fernández dice que le van a tener que “dar un aplausito por cómo se administra honestamente el Estado”.
Las causas por enriquecimiento se iniciaron en 2015, mientras se postulaba a gobernador bonaerense. Una comenzó tras el robo de un BMW del entonces funcionario que no aparecía en su declaración jurada, pero la fiscal federal de Quilmes Silvia Cavallo la desestimó. El juez Armella recurrió la decisión y la Cámara de Casación reabrió el caso en la Justicia de Lomas de Zamora.
El otro expediente se inició con una presentación del legislador Gustavo Vera en el marco de la causa por tráfico de efedrina. La investigación estuvo un año en la fiscalía de Gerardo Pollicita, hasta que recayó en el juzgado de María Servini. Las causas podrian juntarse por conexidad.