Detienen a un policía por el caso de la mujer muerta en el volquete
Un policía fue detenido como presunto autor intelectual del crimen de una mujer hallada calcinada el jueves pasado dentro de un volquete de residuos en Rosario y se investiga si ambos mantenían una relación sentimental y si el efectivo contrató a “soldaditos” del narcotráfico para matarla.
Se trata del suboficial del Comando Radioeléctrico Andrés Nicolás M. (30), quien presta servicio hace cuatro años en la Policía Federal (PFA) y se presentó ayer en la sede local de esa fuerza luego de que el fiscal que investiga la causa ordenara tres allanamientos durante la madrugada, que resultaron negativos.
El agente será sometido hoy a una audiencia imputativa por su presunta participación como instigador del crimen de María del Rosario Vera (23), que de acuerdo a las primeras pesquisas fue asesinada y luego quemada.
Según indicaron los voceros, la hipótesis del fiscal del caso, Florentino Malaponte, es que ambos mantenían una relación sentimental y que estarían vinculados a la venta de estupefacientes. En ese marco, los investigadores no descartan que los autores materiales del crimen hayan sido “soldaditos” que trabajaban para el agente policial y dispusieron medidas para identificarlos.
En tanto, Malaponte informó que el cuerpo de la mujer presentaba lesiones en el cráneo y signos de asfixia, y que se trata de determinar si sufrió un abuso sexual, ya que cuando se le practicó la autopsia se extrajo líquido de la zona vaginal que podría tratarse de semen,
La investigación había apuntado en un primer momento a la ex pareja de la joven, un hombre identificado como Néstor Jesús R., quien se encuentra detenido con prisión domiciliaria y controlado con tobillera electrónica.
En ese sentido, la referente local del Movimiento Evita, Alejandra Fedele, contó a la agencia Télam que Vera participaba de dicha organización social y que su ex pareja “la mataba a palos”.
Fedele agregó que, durante el año pasado, la víctima había vivido durante cuatro meses en un hogar para escapar del marco de violencia de género al que la sometía el hombre.
Además, fruto de esa relación, la pareja tuvo cuatro hijos de entre dos y ocho años, que pasaban algunos días con su madre y el resto con el padre. Fedele comentó que Vera era hija de un matrimonio misionero que llegó hace varios años a Rosario, donde criaron a ella y a sus nueve hermanos.
“Eran siete mujeres y tres varones, gente muy humilde”, explicó la referente, quien relató que Vera había conseguido comprar, con ayuda del municipio, una vivienda precaria en el barrio donde fue asesinada.