El magnífico Barnum
Las primeras incursiones de Phineas T. Barnum en el mundo del espectáculo están reflejadas en El gran showman, la película de Michael Gracey estrenada hace unos días en la que Hugh Jackman encarna al famoso productor del siglo XIX que comenzó abriendo un museo que mostraba curiosidades y personajes fuera de lo común y que culminó su carrera fundando un circo que logró fama mundial.
No es la primera vez que Barnum es reflejado en la pantalla. Wallace Beery, Burt Lancaster y Beau Bridges ya habían compuesto ese papel. Sin embargo, fue la comedia musical Barnum, estrenada el 30 de abril de 1980, la que revivió el interés por ese singular personaje. Cuando el público ingresaba al St. James Theatre de Nueva York, donde se estrenó la obra, se encontraba con acróbatas, payasos y malabaristas que hacían sus números en los pasillos del teatro antes de que comenzara la función. El papel protagónico lo componía Jim Dale, un actor que, además de cantar y bailar, en determinado momento caminaba en las alturas haciendo equilibrio sobre un alambre. El papel de su esposa, Charity, lo cumplía Glenn Close, que entonces no era una actriz popular, pero tenía experiencia como cantante por haber participado en el grupo Up with People. Su personaje era reacio a que su esposo creara un show basado en atracciones como Joyce Heth (la supuesta niñera de George Washtingon de 160 años), el enano Tom Thumb (Pulgarci- to), la mujer barbuda; Jumbo, el elefante cuyo nombre quedó como sinónimo de algo gigante, y Jenny Lind, la soprano sueca, que interpretaba Marianne Tatum. El conflicto se basaba en que Barnum era un soñador y su mujer era más prosaica y prefería la monotonía de la vida doméstica. Las canciones compuestas para la obra eran con música de Cy Coleman y letras de Michael Stewart. Barnum permaneció en cartel en Broadway varios meses, totalizando 854 representaciones, y en 1984 se instaló una versión de la obra en Madrid, y alllí los protagonistas eran Emilio Aragón y la argentina Clara Nené Morales.
Haciendo una comparación entre El gran showman y la obra Barnum, podría decirse que la película abarca un período más reducido dado que comprende el lapso entre la fundación y el incendio del museo, y que combina bailes con efectos especiales e insinúa la incorrección política de exhibir fenómenos desde la óptica actual. El musical, en cambio, enfoca la carrera de Barnum entre 1835 y 1880 y culmina en la creación del fabuloso circo de tres pistas Barnum and Bailey, que perduró hasta el 21 de mayo de 2017, cuando hizo su última presentación.