Los legisladores alargan sus vacaciones y vuelven de a poco
Pasillos vacíos, guardias mínimas rotativas en los principales bloques y nula actividad es por estos días el escenario en el Congreso nacional. Con la confirmación de que el Gobierno no convocará a sesiones extraordinarias durante febrero, los diputados y senadores se disponen a disfrutar más de sesenta días de vacaciones, para retomar recién su actividad el 1º de marzo, cuando el presidente Mauricio Macri inaugure las sesiones ordinarias.
Los legisladores tendrán más vacaciones que los trabajadores judiciales, cuya feria se extiende durante todo el mes de enero, y tendrán más días de descanso que los docentes, que el 15 de febrero tienen que volver a las escuelas y que, en promedio, cobran una quinta parte de lo que reciben senadores y diputados nacionales.
Según comentaron a PERFIL fuentes parlamentarias, durante enero la mayoría de los legisladores dan vacaciones a su plantel de asesores, que puede ir desde cuatro personas en el caso de los recién ingresados hasta más de veinte en el caso de legisladores que cumplieron varios períodos y van acumulando “capas geológicas” de colaboradores. Como anécdota, recuerdan en el Congreso que Juliana Di Tullio, ex jefa de bloque del Frente para la Victoria que en diciembre pasado abandonó la Cámara baja, tenía 23 asesores, que en su mayoría debieron dejar sus funciones a la par de la jefa.
También tienen vacaciones quienes son parte de las plantas permanente y transitoria del Congreso, que subsisten en sus cargos más allá de los cambios en las conformaciones de los bloques. Para los trabajadores del Senado que regresen de sus vacaciones, el 1º de febrero habrá una sorpresa: la instalación de puestos de control mediante datos biométricos, que obligará a poner “el dedo” para ingresar a la Cámara alta y ayudará a captar virtuales “ñoquis”. En primer lugar, se obligará a pasar por el control al personal de maestranza y seguridad, pero en una segunda etapa se extenderá a legisladores y sus equipos. El mismo sistema ya se está utilizando en Diputados desde noviembre pasado.
De acuerdo con el reglamento, du r a nte el re ce so podrán funcionar las comisiones permanentes y especiales, pero no están facultadas para emitir dictamen. Es decir que pueden tener reuniones informales pero no tomar decisiones. La excepción al caso es la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo que es la encargada de analizar los DNU presidenciales y ya comenzó a haber movimientos desde el kirchnerismo para lograr reunirla y tratar el megadecreto para la “desburocratización” del Estado.
Si bien todavía no fue constituida formalmente, ya se sabe que el oficialismo tendrá allí la mitad de los lugares y que entre los opositores se encuentra Máximo Kirchner, quien buscará dar un golpe de efecto durante febrero al motorizar la reunión de la bicameral.
Los senadores y diputados nacionales tendrán más descanso que los jueces